El peligro de pasear por Madrid
Mi mujer se cayó porque resbaló al estar la calle totalmente alfombrada con las hojas secas otoñales que se caen de los árboles. La fortuna quiso que no se rompiera hueso alguno, pero los moratones y el dolor no se los quita nadie. Nuestras calles son un auténtico estercolero de hojarasca. Al Ayuntamiento acabo de pagarle el IBI (vivienda y garaje), impuesto de circulación, impuesto SER de aparcamiento en la calle, etcétera, etcétera, y ya no sé en qué invierte nuestros impuestos y el dinero que recauda de las multas que nos impone. ¿Por qué ya no asfalta las calles ni recoge las hojas secas? ¿Por qué no refuerza en estas fechas el servicio de limpieza para que recoja con más frecuencia estas hojas que, húmedas en el suelo, se convierten en trampas mortales?— Manuel Silva García. Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.