Con c de Römer
Ayer hizo exactamente 340 años del descubrimiento de que la luz no era instantánea, sino que viajaba a una velocidad finita


Cuando Galileo descubrió que Júpiter tenía lunas, y que por tanto había objetos en el sistema solar que no giraban alrededor de la Tierra, como era su deber aristotélico y teológico, percibió también que los eclipses de esas lunas podían constituir un reloj universal, uno que no dependiera de las elecciones arbitrarias de los hombres ni de sus prejuicios, sino de los ritmos intrínsecos de la naturaleza. La luna de Júpiter Io, por ejemplo, en su giro constante y perpetuo alrededor del planeta gigante, desaparecía (se eclipsaba) periódicamente cada vez que pasaba por detrás de Júpiter, desde nuestro punto de vista terrícola. Ese periodo de aparición y desaparición podía utilizarse, razonó Galileo, como el tic tac de un reloj universal. Como ocurre a menudo con la investigación de vanguardia, toda aquella cosa salió mal y no sirvió para nada. Excepto para una cosa: inspirar a un joven científico que nació dos años después de su muerte.
Ole Römer tenía 28 años cuando llegó a París desde su Dinamarca natal. Por entonces el mundo estaba desconcertado por el auge del protestantismo y las tropas de Luis XIV cruzaban el Rin para ocupar Utrecht, por alguna razón. Pero Römer estaba en otra historia. En el Observatorio Real de París, donde pasaría nueve años, se concentró en la propuesta de Galileo y pronto se dio cuenta de que el tic tac de Io no era un reloj tan bueno como había creído el padre de la ciencia. El tic tac variaba nada menos que 10 minutos según la estación del año, inutilizándolo por completo como reloj universal. Pero entonces Römer tuvo una percepción genial: que la variación del tic tac de Io correlacionaba a la perfección con la órbita de la Tierra: el eclipse de Io tardaba más cuando la Tierra estaba en su punto más lejano de Júpiter, y menos cuando estaba en el más cercano.
¿Qué puede significar eso? Pensad un minuto antes de seguir leyendo.
Solución: que lo que varía no es el ritmo de rotación de Io alrededor de Júpiter. Es lo que tarda la luz de Io (o su ausencia) en llegar a la Tierra, o más en concreto al telescopio de París. Esto no solo fue la demostración de que la luz no era instantánea, sino que viajaba a una velocidad finita (c, de ahí el titular), sino que permitió medir su velocidad por primera vez. Corrigiendo los errores de la época, eso son los famosos 300.000 kilómetros por segundo que estudiamos en el colegio. Ayer hizo exactamente 340 años de ese descubrimiento fundamental, como nos recordó el doodle de Google a todo el planeta, aunque sin un artículo decente que lo explicara.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Sheinbaum reitera su postura sobre Venezuela y dice que no tiene que afectar a la relación con Estados Unidos
Kristin Cabot, la mujer de la ‘kisscam’ de Coldplay con el CEO de Astronomer, rompe su silencio sobre el vídeo viral que “destruyó” su vida
El Gobierno acusa al alcalde de Badalona de “dejación de funciones” en la acogida de los migrantes del B9
José Manuel Salazar-Xirinachs: “El impacto en el comercio mundial de la nueva política arancelaria va a ser más fuerte en 2026”
Lo más visto
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Carlos Alcaraz y Ferrero rompen tras siete años: “Llegan tiempos de cambio para los dos”
- Sánchez, contra la Comisión Europea: “Es un error histórico” el paso atrás con los coches de combustión
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado




























































