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Google no quiere que te hagas viejo

Te contamos uno a uno los 100 proyectos de futuro del gigante tecnológico, de la medicina al transporte o el sector inmobiliario

LOS 100 PROYECTOS DE GOOGLE Pincha en cada uno de los elementos para conocer el contenido de cada proyecto.

Hace mucho tiempo que Google dejó de ser solo un buscador. El gigante fundado 20 años atrás por Sergey Brin y Larry Page está hoy tan metido en nuestras vidas que a veces es difícil darse cuenta. Más de 1.000 millones de personas realizan consultas a diario en su página, que supera en usuarios a la suma de sus cuatro competidores inmediatos. También son líderes su explorador de Internet, su servicio de mapas, su plataforma de vídeo, su proveedor de correo electrónico o su sistema operativo para móviles, cuyos nombres son tan conocidos que apenas necesitan ser citados. Pero los tentáculos de Alphabet (el nombre de la matriz fundada hace un año que agrupa todos los proyectos de Google) se extienden mucho más allá de sus negocios más populares y llegan a sectores tan diversos como la sanidad, la cultura, la energía, el transporte o el mercado inmobiliario. Siempre con la intención de ser punta de lanza de la innovación en cada uno de esos ámbitos.

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Las empresas de Alphabet abarcan proyectos tan dispares como combatir el envejecimiento, crear cometas que generen energía, fabricar un coche que no necesite conductor o alumbrar nuevas formas narrativas en realidad virtual o aumentada. Pero, ¿qué necesidad tiene una compañía tan consolidada de embarcarse en tantos terrenos? Al cierre del tercer trimestre, el balance de Alphabet arroja un crecimiento interanual de un 20% con 5.000 millones de dólares de beneficio, los mejores resultados de su historia. "La publicidad sigue siendo la principal fuente de ingresos de Google, supone más del 90% de su negocio", destaca Alejandro Suárez, autor de Desnudando a Google (Deusto, 2012), que ve, entre otras causas de esta diversificación, una voluntad de volver a crear tendencia. "Google ha perdido en innovación, la curva en ese aspecto ha ido a otras compañías. Hace pocos años sus productos condicionaban el mercado que tocaban y ahora desde Android han perdido esa magia", sostiene Suárez. Ser líder no es suficiente. Por eso Alphabet mantiene sus "otras apuestas", un pequeño apartado sin desglosar en sus cuentas (con más de 800 millones de dólares de pérdidas) donde se alojan sus inversiones de cara al futuro, en todos los sectores de innovación que van a marcar nuestras vidas en los próximos años.

Google contra la muerte

Calico o Verily no son nombres mundialmente conocidos como Youtube o Android, pero podrían acabar siendo mucho más importantes. Son las dos filiales de Alphabet especializadas en medicina, uno de los ámbitos ajenos a Internet y la informática (o no tanto) en los que Google tiene mayor interés. El objetivo de Calico (California Life Company) es frenar el envejecimiento, "uno de los grandes misterios de la vida", como reza su página web. En esa tarea se ha marcado dos enemigos principales: el cáncer y las enfermedades degenerativas. Para luchar contra ellos Google se ha asociado con instituciones como el MIT (Massachusetts Institute of Technology) o Harvard y empresas como la farmacéutica Abbott o la genética AncestryDNA, con los que está investigando qué genes entran en juego en el envejecimiento con el fin de desarrollar nuevas terapias para aumentar la esperanza de vida.

Las conexiones de Alphabet con otras grandes compañías e instituciones.

El sello de Google en este proyecto se puede ver en la importancia que se le da a la computación como apoyo de la investigación biológica. Uno de los últimos anuncios de Calico ha sido el fichaje de una nueva directora informática, Daphne Koller, para poner en marcha un equipo de biología computacional que aplique el machine learning a los datos que se extraen en sus laboratorios. "Siempre hemos pensado que entender cómo envejecemos y desarrollar terapias para paliar ese proceso y las enfermedades relacionadas requería aunar las investigaciones de grandes genetistas y biólogos con los increíbles avances que están teniendo lugar en la ciencia informática aplicada a la biología", declaraba en abril Arthur D. Levinson, consejero delegado de Calico y, detalle importante, presidente de Apple, uno de los principales competidores de Google en otros ámbitos como la telefonía móvil.

Presentación de Verily.

Informática y biología se unen de forma todavía más íntima en Verily, que se escindió hace dos años de X, una división de Alphabet dedicada a los proyectos más osados de todo el conglomerado. En Verily crearon unas lentillas con un chip y un sensor que permiten conocer los niveles de glucosa de forma poco invasiva, una tecnología que pretenden extender para que impacte más allá de los diabéticos. También es Verily la empresa que controla Verb, el proyecto conjunto de Google y Johnson & Johnson para desarrollar una plataforma quirúrgica en la que la robótica solo es una herramienta más.

A través de Verily, la compañía de Mountain View pretende además hacer real una idea surgida de la ciencia ficción: el tricorder, nombre que toma prestado de Star Trek. La idea es que el paciente ingiera una píldora con nanopartículas capaces de enviar información a un dispositivo (una especie de muñequera) que permita diagnosticar enfermedades. Algo parecido se está investigando en colaboración con la farmacéutica GSK, con quien se trabaja en la creación de medicinas bioelectrónicas. Verily también ha desarrollado una cuchara para personas con párkinson, muy alabada por el CEO de Alphabet, Larry Page. Y prepara un estudio que dé una fotografía genética de lo que debería ser la persona saludable perfecta. A pesar de ser proyectos a largo plazo y casi futuristas, esta división de Alphabet ya da beneficios.

Liftware, la cuchara antitemblores de Verily.

Despejar la X

Verily nació en una incubadora de proyectos confidenciales en la que Google trata de hacer realidad lo que en un primer momento parece imposible. Se llama simplemente X. Al frente está Astro Teller, uno de los ejecutivos más reconocibles y carismáticos de Alphabet, conocido como el Capitán de disparos a la Luna (Captain of moonshots), por los ambiciosos proyectos que emprende. Su X es responsable de Google Glass, el wearable más arriesgado de Google, que dejó de producirse a principios de 2015, pero para el que se siguen desarrollando aplicaciones y se preparan nuevas versiones de gafas cada vez más avanzadas.

Otro de sus programas más emblemáticos es Loon, una idea para extender Internet por todo el planeta a base de globos meteorológicos que den wifi desde la estratosfera. "Es probablemente el proyecto más disparatado que tenemos", resumía Teller en una charla TED a principios de año, "pero esto podría conectar a 4.000 millones de personas que hoy no tienen Internet o tienen una conexión muy pobre".

Demostración del proyecto Loon de X para llevar Internet a todo el planeta a través de globos.

De momento, los globos siguen adelante, y se prueba su eficacia en Indonesia o sobre el parque de Yellowstone. Otras ocurrencias de X no han tenido tanta suerte. Lo cual es bueno, al parecer: "Premiamos a nuestros empleados por saber fracasar. Trabajamos duro para fracasar con seguridad. Nuestros equipos matan ideas tan pronto se hace evidente que no valen, y les recompensamos por ello. Sus compañeros les aplauden, les chocan los cinco. Yo les asciendo por eso. Así trabajamos, pensando en los puntos débiles de cada proyecto y en cómo echaríamos por tierra cada idea", relataba Teller ante su sorprendido público.

Una de las áreas de acción de X es el transporte de personas y mercancías. En ese ámbito han descartado ideas tan peregrinas como el teletransporte, el ascensor espacial, el hoverboard (que viene, de nuevo, de la ciencia ficción, concretamente del patinete volador de Marty McFly en Regreso al Futuro) o una especie de zeppelin para llevar productos a territorios donde el transporte marítimo es especialmente caro. Pero están sacando adelante dos de las principales apuestas de Google para los próximos años: el coche sin conductor, que están cerca de licenciar como empresa independiente, y el servicio de transporte de compras mediante drones, con el que competirán en distribución con compañías como Amazon.

El coche sin conductor de Google, listo para la carretera.

La obtención y optimización de energía es otro de los nichos de X. Aquí fracasaron con el proyecto Foghorn, que pretendía utilizar la química para crear un combustible a partir de agua de mar. Pero están progresando en aumentar la vida de las baterías. En 2013 X compró Makani, una empresa que desarrolla cometas que producen energía eólica. La idea es "generar más energía con menos materiales".

La conexión militar

El otro gran foco de X está puesto en la robótica y la inteligencia artificial. La mayoría de las adquisiciones de la empresa han sido compañías de este ámbito. Una de ellas, Boston Dynamics, es una de las firmas de diseño robótico más interesantes de la actualidad (a pesar de lo cual varias publicaciones especializadas como Bloomberg informan de que podría ser vendida a Toyota), y sus prototipos han sido testados (y financiados) por el Ejército de los Estados Unidos como exploradores o transportes de material.

Demostración de Boston Dynamics con la última generación de robot Atlas.

La conexión entre Google y el Ministerio de Defensa estadounidense ha tenido hasta hace poco otro elemento interesante. Regina Dugan dejó en 2012 la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés) para fundar Google ATAP, una división que copia el método de DARPA para llevar a cabo proyectos de última tecnología en el seno del coloso tecnológico. Los planes de ATAP son todavía más secretos que los de X, y se desarrollan en equipos no muy numerosos con fechas límite que aceleran drásticamente el ritmo de trabajo: "Una pequeña banda de piratas que quieren hacer mierda muy épica", en palabras de la propia Dugan, "reduciendo el espacio que hay entre 'cómo podría ser' y 'cómo conseguir que sea", una definición escueta que alberga su esencia. ATAP son muy pocas personas que trabajan muy rápido en proyectos muy concretos enfocados a resultados tangibles. La filosofía se ha mantenido tras la marcha de Dugan hace seis meses, que decidió cambiarse a Facebook, otra de las competidoras directas de Google en mercados como la realidad virtual o la mensajería instantánea.

Cultura para todos

Hasta ahora las ideas de ATAP se han centrado en tres temas principales: ciberseguridad, tecnología móvil y nuevas formas narrativas. Han creado maneras de interactuar con los dispositivos solo con hacer un gesto con la mano o tocando un tejido inteligente en una chaqueta. También están fabricando historias con tecnología 360º o de realidad virtual con antiguos miembros de Pixar y Disney, un proyecto que se complementa con Daydream, donde se diseña software y hardware para realidad virtual. Con el proyecto Tango cualquier dispositivo se transforma en un sistema de mapeo 3-D que permite crear un universo de realidad aumentada en cualquier entorno. Esto puede aplicarse en educación, entretenimiento, museos o en narrativas novedosas.

Explicación del proyecto Soli de ATAP para captar gestos en dispositivos.

Los museos también están presentes en una de las iniciativas culturales más trabajadas por Google, Arts & Culture. Google se asocia con más de 1.000 museos de todo el mundo (incluidos algunos de los más importantes: Tate, Thyssen, Orsay, MoMa, Guggenheim, Reina Sofía, Hermitage...) para ofrecer sus contenidos a través de fotografías, paseos virtuales y otros contenidos multimedia a golpe de clic. Una iniciativa que se suma a otras divisiones culturales de Google, como su plataforma de libros, la de música o la de artículos de investigación científica.

Jigsaw: Google y la libertad

Google siempre ha mostrado a través de sus productos ciertas señas ideológicas, nunca demasiado comprometidas, en defensa de libertades y derechos como el matrimonio homosexual. Pero Jigsaw va más allá. A través de esta empresa se utiliza la tecnología como herramienta para hacer un mundo más seguro "contra los ataques a la libertad de expresión, el odio y el acoso, el extremismo violento, la injusticia y la corrupción", en colaboración con instituciones como el brasileño Instituto Igarapé de seguridad ciudadana, ONGs como el Proyecto Polaris contra el tráfico de personas o el consorcio periodístico OCCRP.

Entre otros proyectos, Jigsaw ha desarrollado un mapamundi del flujo legal de armas, que permite ver a qué país vende y compra armamento cada nación. También ha generado a través de Google News un sistema para ver qué noticias tienen menor cobertura en cada país (y evitar la censura en territorios donde se esconde una información). Ha creado un escritorio digital que facilita la búsqueda de datos en archivos financieros o de propiedades. Y también facilita el acceso a contenidos bloqueados en algunas zonas a través de servidores en la nube. Jared Cohen, exasesor de Condoleezza Rice y Hillary Clinton, dirige Jigsaw, y vaticina que "en menos de 10 años habremos acabado con la censura y la represión en Internet".

Invertir, diversificar, arriesgar

Alphabet también tiene una empresa encargada de investigar en inteligencia artificial y aprendizaje profundo, la londinense Deepmind, que ha creado una supercomputadora capaz de ganar a profesionales en una amplia variedad de juegos, desde el tradicional Go chino a videojuegos de estrategia o arcade de última generación. Está expandiendo Google Fiber, su servicio de fibra óptica a un giga por segundo, que de momento solo alcanza unas pocas ciudades estadounidenses. Trata de desarrollar el conocido como Internet de las cosas en el ámbito urbano (Sidewalk Labs) y en el doméstico (Google Home y Nest, cuyo director y fundador dejó la empresa hace cinco meses).

Así juega Deepmind a Starcraft II.

Nest llegó a Google tras haber recibido antes capital de GV, una de las dos sociedades de inversiones de Alphabet. GV se ocupa de poner dinero en compañías en sus primeros periodos. Posee más de 2.000 millones de euros en activos y ha realizado inversiones en más de 300 empresas, entre las que destaca Uber. GV ha participado en ampliaciones de capital de varias compañías de salud, como Flatiron Health (tecnología oncológica) o One Medical (sanidad privada). Su cartera abarca multitud de sectores, como las entradas a espectáculos (Gametime), las transferencias y pagos instantáneos (Ripple) y otros más tradicionales con un nuevo enfoque como la agricultura, donde crea sinergias a partir de estadística y recopilación de datos a través de Farmers BN.

La hermana mayor de GV ha sido rebautizada recientemente como CapitalG. Sus inversiones son menos, pero más abultadas y por ello seleccionadas en proyectos ya en crecimiento. CapitalG anunciaba hace poco con un sutil cambio en su página web una inversión en Snapchat, la aplicación de mensajería efímera a través de imágenes que triunfa entre los jóvenes. En su cartera también está Airbnb, que ha trastocado el mercado inmobiliario y de los alojamientos vacacionales. O Ten-X y Commonfloor, también inmobiliarias. Con Lendingclub y Credit Karma CapitalG invierte en tecnologías financieras. Con Oscar Health lo hace en los seguros (Oscar),y con Renaissance y Duolingo en educación en la nube. Su inversión en Glassdoor sitúa a Alphabet también en el sector de las relaciones laborales a través de una app de valoración de jefes. Y con eso queda poco más que cubrir. Google lo abarca todo.

Cinco proyectos y cinco inversiones de Alphabet

Proyectos

1. The Arms Globe

2. Cometa Makani

3. Jacquard

4. Debug

5. Ara

Inversiones

1. Uber

2. Snapchat

3. SpaceX

4. Airbnb

5. Medium

J.P.

Espectacular globo terráqueo que refleja las transacciones legales de armas de cada país hasta 2010 y sus principales socios. El Google Earth de las armas.

Proyecto para obtener energía eólica a partir del vuelo de una cometa con turbinas. El enlace muestra la evolución de su desarrollo en una fotogalería a lo largo de una década, hasta el primer modelo comercializable.

Investigación de ATAP para introducir tejidos inteligentes en la ropa y así hacer que los dispositivos sean capaces de responder a estímulos como tocarse el cuello de la camisa, deslizar la mano sobre la manga del abrigo o pulsar una zona del pantalón.

La última idea de Verily quiere acabar con los "mosquitos malos" que propagan virus como el zika o el dengue y sustituirlos por mosquitos estériles que nos ayuden a terminar con estas enfermedades.

Ara es un móvil modular creado en ATAP. Se le pueden extraer piezas en el momento y poner otras al antojo del dueño, dando como resultado teléfonos con capacidades totalmente distintas. Ahora un altavoz, ahora una cámara de última generación.

La app de transporte urbano recibió la mayor cantidad nunca invertida por GV, más de 200 millones de dólares, en junio de 2014.

La última inversión revelada de CapitalG ha sido en esta popular aplicación entre los jóvenes, basada en el envío de imágenes que luego desaparecen. Puede haber sido un movimiento para competir con Facebook, que a través de Instagram compite a su vez con Snapchat.

SpaceX es el proyecto de Elon Musk, de Tesla, para llegar a colonizar Marte algún día. A Google le viene bien invertir en él (entorno a 500 millones de dólares, que no es poco), ya que ambas compañías comparten en objetivo de crear una red de Internet que cubra todo el planeta.

CapitalG ha invertido en la plataforma de alojamientos que ha revolucionado el mercado vacacional. Fue el pasado septiembre, en la última búsqueda de financiación que ha realizado Airbnb.

Medium es una web que permite publicar artículos y facilita su difusión. Google ha invertido hasta tres veces en esta empresa a través de GV, otra aproximación del gigante tecnológico al sector de la información.

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