Los límites de la democracia
En estos días donde el mundo se centra en la inesperada victoria de Trump y sus pretensiones de construir un gran muro, parece que nos olvidamos de los muros y barreras que nosotros los europeos estamos creando para evitar la acogida de los cientos de miles de refugiados sirios que llaman a nuestras puertas. Y estas barreras se están estableciendo con nuestro consentimiento. Es crucial preguntarse si estas reticencias a la acogida de refugiados, que posibilitaron el referéndum de Hungría o como muestran los partidarios del Frente Nacional francés, son legítimas. Y es que nuestra capacidad de decisión no es infinita; la democracia sí tiene límites: el respeto a los derechos fundamentales del ser humano. Así, la acogida de refugiados por parte de Europa debe estar más allá de cualquier discusión de los Estados. Nuestra obligación es velar por la dignidad humana y esto está más allá de cualquier debate o cuestionamiento.— Guillermo del Olmo Bresó. Valencia.
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