“El AVE va más rápido cuanto peor es la película en el viaje”
MARÍA MAJÁN es física y experta en ingeniería ferroviaria. Lleva dos años viajando en trenes de alta velocidad, tomando notas, y ha logrado confirmar una teoría: la duración de los trayectos es proporcional a la calidad de las películas que se proyectan en los monitores de los vagones. A menos calidad cinematográfica, menos tiempo tarda el tren en llegar a su destino.
¿Cuál es la velocidad máxima que puede alcanzar el AVE? Respondo con otra pregunta: ¿cuán malo puede ser un filme de los que ponen en el AVE? Yo diría que el límite está por explorar. El otro día echaron Abogadas flipadas y el tren alcanzó los 800 kilómetros por hora. Nos levantamos dos metros del suelo, llegamos y la película aún iba por el segundo acto.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Yo he constatado la relación entre velocidad y cine, pero las causas están por confirmar. Mi teoría es poco ortodoxa: creo que las ganas de llegar que contagia una película insoportable calan de tal manera entre el pasaje y la tripulación que la fuerza de voluntad de todos acaba empujando el tren.
"Yo he constatado la relación entre velocidad y cine, pero las causas están por confirmar".
Me está hablando de una fuerza psíquica. Sí, la misma que permite a ciertas personas doblar cucharas. Si pones la mente al límite, puede ocurrir. Y me parece que Dos sabuesos en Nueva York es capaz de esto y de más cosas.
Por la misma regla de tres, una cinta buena alargaría la duración del trayecto. En un universo en el que las películas del AVE fuesen buenas podríamos probar su tesis.
No me queda claro si está a favor o en contra de los filmes malos en el tren. Si acortan el trayecto, son un avance… Como física no entro en valoraciones, pero como usuaria de Renfe le digo que, si el tren llega antes porque me torturan, ya podrían hacer descuentos.
Podría argumentarse que la calidad depende de un juicio subjetivo. En cine ya no. Podemos medir la calidad de un filme en kilómetros por hora. La peor película que yo he visto puso el AVE a 978 kilómetros por hora. La menos mala lo mantuvo a una velocidad media de 310. Podemos suponer que una razonablemente buena tendría la velocidad de crucero de un Cercanías. El Padrino, la de una bicicleta.
"Puede que a usted le gusten los cacahuetes, pero, si es alérgico, a su cuerpo le dará igual su gusto personal, reaccionará fatal".
Es el fin de la crítica cinematográfica. Al menos, de esa manía de puntuar con estrellitas, tan subjetiva. Las distribuidoras podrán proyectar los filmes en el AVE antes de su estreno para saber si son buenas o malas. Mucho más fiable esto que la intensidad de los aplausos en una sala de cine.
Pero si llenamos un AVE de adolescentes y proyectamos una película mala para adolescentes, igual se alteran los registros. No lo entiende. Estoy hablando de una reacción física inconsciente y ajena a las preferencias personales. Puede que a usted le gusten los cacahuetes, pero, si es alérgico, a su cuerpo le dará igual su gusto personal, reaccionará fatal. He comprobado que con las cintas malas del AVE ocurre exactamente lo mismo.
¿Qué dice Renfe de todo esto? Me ignoran. Hasta el día que proyecten alguna chuminada de videoarte,
el convoy supere la velocidad de la luz y se desintegre. No podrán decir que no avisé.
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