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Debate por el legado de Bill Cunningham

Un grupo de amigos cercanos del fotógrafo teme que su archivo sea vendido

Bill Cunningham, en una imagen de archivo de 2014 en Nueva York.
Bill Cunningham, en una imagen de archivo de 2014 en Nueva York.Daniel Zuchnik/ Getty Images
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Bill Cunningham (Massachusetts, 1929) era mucho más que un fotógrafo de moda. El valor de su trabajo no radicaba solo en la calidad de sus imágenes, sino en la historia que contaba a través de ellas. Tras su muerte, el pasado 26 de junio, su legado pasó a manos de su sobrina Patricia Jarvis Simonson y ahora un grupo de amigos, liderado por Alexandra Lebenthal, reconocida empresaria estadounidense, intentan mantener al alcance del público su incalculable archivo.

Según el portal Page Six, lo que Lebenthal pretende es que el material que Cunningham creó durante su vida, y en especial en sus 40 años como fotógrafo de The New York Times, se mantenga intacto. Para lograrlo propone involucrar en este proyecto al Met de Nueva York o al Museo Isabella Stewart Gardner, de Boston. La web asegura que los amigos del fotógrafo temen que el material sea vendido y por ende se pierda para siempre.

Los temores sobre el destino del archivo de Cunningham surgen tras saberse que dejó dos testamentos. En 1993 legó su fortuna a sus hermanos —ya fallecidos— y a una exmusa, Toni Suzette Cimino. Y en 2010 repartió unos 450.000 euros entre cinco familiares, uno de ellos es su sobrina. Simonson, además, hoy se ha convertido en la única propietaria de sus archivos fotográficos y sus grabados. A tal punto que The New York Times no tiene permiso de reimprimir el trabajo que él realizó para ellos.

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