Coches autónomos, olvídese de conducir

Resulta paradójico, pero ceder el volante a las máquinas es la mejor opción que tiene la humanidad para reconciliarse con el automóvil. Y es que los coches autónomos pueden potenciar los beneficios de la movilidad limitando al mismo tiempo sus inconvenientes, como el tráfico, los accidentes y la contaminación, que ponen en jaque a las sociedades actuales. La tecnología va a revolucionar los vehículos y también los patrones de transporte, la economía asociada e incluso el diseño de las ciudades.

Automatizar el tráfico minimizará los accidentes, porque dejará fuera de la ecuación el factor humano, que, según las estadísticas, es casi siempre el origen del problema. La automatización afinará asimismo los flujos de circulación, contribuyendo a reducir los atascos y beneficiando los consumos y emisiones. Y debería permitir además restar unidades al parque urbano, porque los conductores apostarán por compartir sus modelos y fomentar la economía colaborativa. Las ciudades podrán dedicar menos superficie a la circulación y más a las zonas verdes y peatonales, creando conceptos residenciales más sostenibles. Y disfrutarán a su vez de un suministro de mercancías que funcionará 24 horas, gracias a vehículos de reparto sin conductor, lo que ayudará a su vez a enriquecer la economía.

Hoy en día existen modelos capaces de circular solos por autopista, aunque requieren todavía supervisión del conductor. Pero en 2021 ya no será así. Es la fecha que anuncian varios fabricantes para lanzar vehículos con piloto automático completo, operativo tanto en autopista como en ciudad y con una fiabilidad del 99%, que es el ratio que se exige a los aviones y el que permitirá al conductor convertirse en pasajero con garantías de seguridad. Y hacia 2025 casi cada nuevo automóvil que llegue al mercado tendrá botón de autoguiado y ofrecerá funciones sorprendentes como irse a aparcar tras dejar a su ocupante en la puerta de su vivienda u oficina