“Todos los enlaces de la prensa ‘online’ llevarán a fotos de gatos”

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AMUEL TARAREAD Picacho (Vigo, 1974) es experto en periodismo digital y asesora a los principales medios españoles. Acaba de publicar el libro A petarlo, gordaco, la biblia para directivos del mundo del periodismo que desean competir en Internet.

Le aconsejó al director de un periódico que se pusiera una gorra del revés. No me hizo caso y ahora ya no es director.

¿No le parece ridículo? El error es debatir sobre lo que nos parece ridículo a nosotros. Si apelamos a una audiencia joven, la que pagará nuestras facturas y nuestros Audi A8, debemos hablar su lenguaje. Gorra del revés, saludar diciendo “Bueno, bueno, bueno, estamos aquí…” y, sobre todo, flipar.

Flipar. El flipe. El ver una cosa en Internet y decir: “Flipo”. O incluso decir: “Flipa”, así, en imperativo.

En su libro adjunta una portada del diario El País de 2020 y el titular de apertura reza “Buá, nen”. Y la foto es de un gato metiendo la cabeza en un vaso. De flipar. Y dices: “¿Cómo logrará sacar la cabeza de allí, el muy loco? Y es más: ¿Cómo la ha metido?”. Pero esto no se cuenta en la portada. La respuesta está en las páginas interiores.

Y esto es el periodismo que nos espera. Las cinco uves dobles del periodismo, aquello del “What, Who, Where, When y Why”, se han comprimido en un único elemento: WTF.

“What The Fuck”. Justo. El “Qué demonios es esto”, por decirlo en plan fino, en plan El País Semanal. El “Qué coño”, por decirlo en plan Tentaciones. Esa es la clave, hacer que el lector flipe y desee hacer clic, saber más de la movida.

Y la información internacional, la opinión, la actualidad política… ¿Dónde quedan? Información internacional es lo del gato porque es de Texas. Opinión, los comentarios de la peña sobre el gatete loco. Y actualidad política, pues cualquier movida de las de siempre, solo que bien vendida. “ZASCA a PDRO”, por ejemplo, para explicar la crisis del PSOE.

Habla de atraer al lector como si tuviera una edad mental de cinco años. LOOOOOOOOL.

Esto significa que se está usted riendo, ¿verdad? En voz alta, sí. Me hace gracia que desprecie así a su audiencia, la que le pagará el Audi A8.

Al contrario. La idea es ofrecerle contenidos elaborados que estimulen su curiosidad más allá de las modas efímeras… A media frase he desconectado. ¡Atraiga mi atención o me voy a contestar otra entrevista! ¡Reténgame!

Si tengo que retenerle todo el rato, puede que no sea el entrevistado que necesito… ¿Qué? ¡No le escucho! ¡Enséñeme la foto de un mapache maquillado! ¡Hábleme de ese vídeo de las leonas lesbianas! ¡No me aburra!

Entonces, ¿cómo tendría que ser esta revista para adaptarse al futuro? Javier Marías se bebe un bote de limpiacristales y cuenta su experiencia. Por ejemplo. Emmanuel Carrère se infiltra en una kedada de tuiteros, se emborracha y le hacen todo tipo de putadas. ¿Lo capta?

Creo que voy captando, sí. Pues más le vale porque se les acaba el tiempo. ¡Dense Prisa! ¿Lo pilla? ¡Prisa! LOOOOOOOL.