_
_
_
_

Aquí huele a Philippe Starck

Starck Paris
Gabriela Cañas

Un diseñador que se ha atrevido con casi todo, desde un hotel hasta un lavabo, desde una bicicleta hasta unos auriculares, no podía dejar pasar esta oportunidad. Philippe Starck, además de creador de renombre, es un contador de cuentos. Ha vuelto a París, su ciudad natal, después de dejar huella en todos los continentes y multitud de países, incluido España. Su apellido, escueto y potente, casi anglosajón, ha aportado facilidad a la repercusión mundial de su fama y talento. Pero es parisiense, y allí regresó hace 10 años, a “la capital mundial del espíritu crítico”, según su propia definición. En sus oficinas, recibe a un grupo de periodistas españoles en torno a una gran mesa redonda para hablar de la línea de perfumes que llevará su nombre. Con su indumentaria tradicional y sencilla de vaqueros y chaqueta motera, sonríe y empieza a hablar: “Érase una vez un pobre niño…”.

Poco importa si su relato es real o inventado. Es su capacidad de conceptualización, de ingenio y de evocación lo que atrapa. .

Sus 67 años cumplidos no le han impedido lanzarse a una aventura desconocida que parece divertirle enormemente. Asegura no sentirse orgulloso de ninguno de sus diseños porque considera que son pura materia y, en cambio, se emplea con emoción en relatar cómo ha creado las tres nuevas fragancias Starck. Poco importa si su relato es real o inventado. Es su capacidad de conceptualización, de ingenio y de evocación lo que atrapa.

“Érase una vez un pobre niño de siete años cuyos padres se divorciaron. Entonces, la familia de mi madre quiso ocuparla con una perfumería. Como a mí no me gustaba mucho ir al colegio, empecé a regentarla desde los ocho años. Y ahí, entre la mezcla de perfumes y la música clásica del tocadiscos que había en la trastienda, creo que inconscientemente descubrí el poder de lo imaginario y me convertí en un espíritu puro dedicado a la creatividad”.

No es la primera vez que Philippe Starck se acerca al mundo del perfume. De su primera incursión asegura que fue una catástrofe. Más tarde, en 2010, diseñó el envase de L’Air du Temps, de Nina Ricci, pero la propuesta que le puso sobre la mesa la firma española Perfumes y Diseño, presidida por Pedro Trolez, fue mucho más ambiciosa: crear su propia línea y, después, dar forma al envase. Pero ha sido la primera parte, la de creación, la que ha entusiasmado a ese niño de siete años seis décadas después. Tres perfumistas franceses se han prestado a su juego. Dominique Ropion es el coautor, siempre junto a Starck, del perfume femenino Peau de Soie; Daphné Bugey, la cocreadora de la fragancia masculina Peau de Pierre, y Annick Menardo, la del perfume unisex Peau d’Ailleurs.

Los narices no lo han tenido fácil, pero aseguran haber trabajado bajo la presión estimulante de un tipo inconformista. “Ellos han cristalizado cada palabra en una fórmu­­la química”, asegura Starck. La prueba más atrevida y compleja ha sido el perfume de inspiración andrógina, “la gran revolución de los próximos años”, en palabras del diseñador. “Annick fue mi pobre víctima, porque no es fácil hacer un perfume de lo desconocido. Yo le preguntaba: ‘¿Cuál es el olor del vacío, del asteroide, de la velocidad, del tiempo, del espacio?’. Son cuestiones que no tienen respuesta, pero mi intención era ir hacia lo abstracto; hacia la abstracción de lo abstracto”.

Cuando en las oficinas de Starck desvelan a los periodistas los perfumes y sus envases, se percibe algo hipnótico en el ambiente. Cuenta el mago que tiene la costumbre de parar a las mujeres por la calle cuando les adivina el perfume que utilizan. “El olor es el vehículo más rápido de comprensión, el que va más deprisa del exterior al cerebro”, expone con convicción el diseñador. Con estas tres nuevas propuestas, se le adjudican 10.000 creaciones.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_