Nuestro triunfo moral
Después de décadas de dictadura con restricciones y prohibiciones han venido décadas de democracia con libertades y prosperidad. De la primera guardamos un abuso autoridad-poder y de la segunda, corrupción-poder. Los franquistas intentaron borrar sus abusos en la Transición y aún hoy día se destapan. Los políticos tratan ahora de prescribir su corrupción ante la amenaza de las nuevas formaciones políticas. El veredicto es claro, las formaciones políticas rendirán cuentas en las próximas décadas a los emergentes y a la sociedad en general. Será total o parcial, rápido o lento, pero la catadura moral de grandes personajes políticos de las pasadas décadas serán tratados de similar forma a los dictadores del franquismo. Este será nuestro triunfo moral.— Lluis Sabarich. Barcelona.
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