Antón Reixa, ‘Pallegada’ en Las Ventas
Hay dos ingredientes fundamentales para una buena pallegada: arroz y, al menos, un nativo de Galicia que acompañe a la mesa y al plato. Con Antón Reixa a mi lado, ya solo me hace falta uno. Reunidos en una de las espectaculares terrazas de la plaza de toros de Las Ventas, cocinamos este plato de fusión que reúne un producto “exótico” –en la experiencia de este vigués– con lo más tradicional y exquisito de su tierra: nécoras, percebes y un puñado de berberechos. “Este concepto de la pallegada surgió una vez en una reunión de amigos, cuando la anfitriona dijo: ‘Este es un arroz para gallegos’. Algo que, en realidad, no significa nada, es un concepto existencial”, recuerda el escritor, músico y cineasta, que lleva años acumulando una “frustración” con este alimento: “Cuando empecé a estudiar en Santiago quise prepararlo, pero se me quemó. Se me quemó porque el arroz de mi madre yo lo veía amarillo, así que lo puse sobre una cama de aceite, de ajito… y lo dejé demasiado tiempo al fuego, porque esperaba que se me dorara”, rememora entre risas. “Desconocía absolutamente las virtudes del arroz”.
Líder, entre otras empresas, de la histórica banda de la movida viguesa Os Resentidos y autor de poemarios en gallego como Látego de algas o Algo raro pasa raro, Reixa (1957) es un pionero en la difusión de su lengua materna a través de la cultura popular. Ahora demuestra que también es un fedello (inquieto) frente a su cocina local. Como acostumbra, anda con varios proyectos en desarrollo, como el de un libro en el que ha recopilado las letras de sus canciones. “Después de haber hecho un disco compilatorio con algunos temas nuevos, una editorial me lo ha propuesto”, explica. “Cuando estaba corrigiendo las pruebas me di cuenta de que es curioso cómo con el tiempo borras de tu memoria cosas que no recuerdas haber escrito o que no sabes cómo sonaban”. Sin embargo, algunos de sus títulos –y especialmente los más “rabiosos”– han demostrado su capacidad de pervivencia frente al olvido. “Y los nuevos que hemos escrito también van por ahí, con ese aire de protesta”, cuenta el músico, que ha lanzado este nuevo álbum coincidiendo con el 30º aniversario de uno de sus mayores éxitos: Galicia caníbal.
Del otro lado de los focos, Reixa –que durante algo más de un año ejerció como presidente de la SGAE– pasa algunos de sus momentos artísticos más plenos en el retiro de su escritorio, frente al papel. “La poesía es el único trabajo en el que me siento a gusto, pero es el que pasa más desapercibido”, lamenta. “Es una labor absolutamente solitaria, que no depende de demasiadas cosas, que se puede hacer en cualquier momento. Luego me he metido en cosas más complicadas: en la música o en la producción de cine y televisión, en las que a cada paso que das mueves un circo detrás de ti”. Recluido en su universo interior, sobre un escenario o incluso en una plaza de toros –un entorno casi tan exótico para él como la paella–, Reixa ha sabido echarse al mundo apoyado en la fuerza de sus raíces. “Es cierto que los gallegos tenemos una conciencia de singularidad discreta, humilde”, reflexiona. “Podemos perdernos por el espacio sideral y a la vez ser muy respetuosos con la diversidad cultural. Si no, véase este homenaje que estamos haciendo al arroz”.
Escucha la Playlist con canciones de Antón Reixa
‘Pallegada’ de marisco
5 euros por persona
Ingredientes
Para 4 personas
Para el caldo
- 100 gramos de percebes
- Sal
- Laurel
Para el arroz
- Dos nécoras
- 350 gramos de arroz
- Una cebolla
- 150 gramos de berberechos
- Una cucharada de pimentón dulce
- Una copa de Albariño
- 1,5 litros de caldo
Instrucciones
1. Para el caldo
Poner agua a cocer con sal a punto de mar y dos hojas de laurel. Echar los percebes cuando hierva, esperar una nueva ebullición y retirar. Guardar los percebes en un paño para conservar el calor. Corregir y rebajar el caldo para que no quede salado.
2. Para el arroz
Sofreír la cebolla picada. Cuando tome color, agregar el pimentón y el arroz. Verter la copa de vino, dejar que se evapore unos instantes y rociar con el caldo caliente. Colocar las nécoras permitiendo que se cubran de líquido y mantener al fuego durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, reducir el calor y añadir los berberechos. Cocer durante seis minutos y bajar el fuego al mínimo. A los 18 minutos, apagar el fuego totalmente, tapar y dejar reposar cinco minutos antes de servir.
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