Desayuno, huevos con beicon: una modelo de Victoria's Secret desvela su dieta
La sueca Elsa Hosk sorprende con sus hábitos tanto alimenticios como deportivos y rompe con los tópicos que rodean el mundo de las pasarelas
"Tomo huevos con beicon para desayunar y suelo comer panini de tomate y mozzarella con una sopa de lentejas". Recordemos lo que es un panini: una pizza con forma de barra de pan. Esta dieta, que no dista demasiado de la que puede considerar "un homenaje" un ciudadano de a pie, genera incredulidad cuando la mujer que afirma deglutir tal cantidad de grasas, proteínas e hidratos es una modelo de Victoria's Secret. Sus medidas: 56 kg de peso 1,76 metros de estatura.
Es Elsa Hosk (28 años, Suecia), modelo de la firma de lencería más famosa del mundo desde 2011 y ángel de la misma desde 2015. Para la biblia del mundo de las modelos, models.com, esta en la lista de las modelos más sexies del momento. La modelo reveló en qué consiste su régimen a la publicación estadounidense Style Caster. Las declaraciones de Hosk se interpretan como una opción alternativa a lo que mucha gente piensa: que estas profesionales sobreviven a base de lechuga, agua y aire.
"No suelo picar entre comidas ni tomar snaks, porque hago comidas contundentes y me aseguro de que sea lo suficiente para aguantar sin pasar hambre", argumenta la modelo. A pesar de que su dieta está formada por copiosos menús, y de que asegura no tener ningún problema en darse caprichos culinarios como el queso a la parrilla, Hosk reconoce que debe llevar una alimentación equilibrada, sobre todo antes de un desfile: "Durante la semana de la moda tomo batidos verdes (de verduras y manzana) y bebo mucho agua. Me gusta que la comida sea lo más orgánica y natural posible". En su casa, además, nunca faltan los tomates, los pepinos y el yogur griego. "Cuando quiero comer sano me encanta tomar gazpacho", apunta la modelo, que a pesar de su ascendencia nórdica es muy fan de la comida mediterránea.
Antes de abandonar su Suecia natal para probar suerte como modelo en Nueva York, Hosk fue jugadora profesional de baloncesto, deporte que realizó de los 7 a los 17 años. Incluso llegó a jugar en la liga sueca durante dos años. "Cuando era niña, mi padre colocó una canasta en nuestra calle. Practicaba a diario al volver del colegio. Era bastante buena", explica la maniquí a Yo Dona. Su complexión atlética –pesa 56 kg y tiene 1,76 metros de estatura– le permite llevar una alimentación relajada y practicar casi cualquier deporte además del baloncesto. Reconoce que realiza todo tipo de ejercicio –yoga, ciclismo o surf–, pero lo que más disfruta es el boxeo. "Tengo un entrenador genial (Kwame Davis), muy exigente, que me manda dar puñetazos durante media hora, hasta que lo hago bien. Como se basa en la repetición, hay que concentrarse y ser paciente, por lo que, de paso, desconectas de todo, incluidos los problemas", afirma Hosk a la misma publicación.
La férrea disciplina de entrenamiento a la que se sometió durante sus años como profesional del baloncesto le ha ayudado a que su preparación física como modelo haya sido un proceso sencillo y natural. Con el boxeo, Hosk aniquila el estereotipo que encasilla a las modelos en las prácticas de yoga y running: "Nadie te pide que estés guapa cuando entrenas. Al boxear sudas como un cerdo y te vuelves loco".
La modelo reconoció a la revista People que además del boxeo, hacer nudismo cuando está de vacaciones con su novio (el inglés Tom Daly, cofundador de District Vision: empresa centrada en la investigación y el desarrollo de herramientas para mejorar el rendimiento de los atletas) también le ayuda a sentirse libre: "Saltamos al océano desnudos. Es lo mejor. Hay algo liberador en desprenderte de toda tu ropa y ser sólo tú. Es un sentimiento fantástico".
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