_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Estado de excepción del gasto

El adelanto del cierre administrativo y de la recaudación de Sociedades no resuelven el problema del déficit

Luis de Guindos y Cristóbal Montoro
Luis de Guindos y Cristóbal MontoroEFE

El Gobierno en funciones ha elegido el camino más pintoresco para conjurar el desbordamiento del déficit. Anunció, como respuesta a las amenazas de sanción de Bruselas por déficit excesivo, que adelantaría los pagos a cuenta de las empresas por el impuesto sobre sociedades, un parche que no resuelve el problema de fondo (la debilidad de los ingresos públicos y la urgencia de negociar un nuevo calendario para cumplir el objetivo de déficit); tras esta decisión, el equipo económico ha cortado por lo sano también en el ámbito de los gastos y ha cerrado a 20 de julio el ejercicio presupuestario a todos los efectos que no sean salarios de funcionarios y suministro de material. Un golpe de mano para aparentar que controla la desviación del déficit.

Editoriales anteriores

Economía y Hacienda decretan por este método expeditivo un auténtico estado de excepción administrativa que, si bien no resuelve nada, transmite la sensación ilusoria de que el Gobierno toma alguna decisión. En condiciones normales, el ejercicio se cierra entre octubre y noviembre; a partir de ese momento, se cancelan las licitaciones y otros compromisos de gasto. Pero, agobiados por la presión de la Comisión Europea, Guindos y Montoro han decidido adelantar el cierre a julio para ahorrarse una cantidad indeterminada (quizá se rasquen 2.000 millones) para chapucear el ajuste final de las cuentas públicas. De esta forma, estrangulan las decisiones de inversión del sector público y embalsan los compromisos de gasto.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Para ahorrar gastos hay que trabajar en el examen de las partidas presupuestarias. No basta con talar el presupuesto por donde caiga, por dos sencillas razones: los problemas de exceso de gasto se recrudecen pasado el primer choque y los costes de una ablación presupuestaria son muy superiores a las ventajas, un mero trampantojo. Las cuentas públicas necesitan una reforma presupuestaria y administrativa, no un simulacro de ajuste.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_