Rendir cuentas al fisco
Rendir cuentas al fisco
Tiene guasa que, como ciudadano corriente y sufriente, ande yo por estas fechas con escrúpulos fiscales, preocupado por si se me olvidara alguna cosita menor que incluir en la declaración de la renta, mientras que unos cuantos vivales, con carretadas de pasta sin declarar, se pasean por nuestro maltrecho suelo patrio disfrazados de honestos y sin ningún pesar en su conciencia. ¿Cuánto desprecio estaremos dispuestos a soportar de esa élite indecente y egoísta que solo tiene como patria querida y verdadera a su paraíso fiscal? ¿Cuántas tragaderas hay que tener para aguantar tanta ofensa infringida a una sociedad que sobrevive en un mar de dificultades, mientras dicha élite desleal se ríe de la ley y el deber? Parece que los gobernantes consienten, de forma vergonzante, estas prácticas fraudulentas, de modo que, como ciudadanos responsables, exijámosles más voluntad política para que nuestros inefables evasores rindan cuentas al fisco.— Pedro Serrano. Valladolid.
El hecho objetivo: una persona tiene actividades y las factura a través de una sociedad, ésta paga los impuestos como tal, y la persona cotiza por los beneficios que percibe de ella, parece que, en conjunto, la fiscalidad le es favorable. Ejemplos concretos: Juan Carlos Monedero y José María Aznar, dos de los muchos que existen. Las valoraciones: ¿legal o ilegal?, juguemos a juzgar, pero que juzguen los jueces; ¿moral o inmoral?, depende de lo que cada uno entendamos por moral. Lo relevante: que unos condenan a Monedero y esos mismos eximen a Aznar, y que otros se posicionan exactamente a la inversa. La conclusión: con estas conductas tan irreflexivas, tan poco civilizadas y razonadas, no podemos hacer nunca país.— Dionisio Rodríguez Castro. Villaviciosa de Odón (Madrid).
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