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Una puerta abierta a la eternidad

EL Marco del jerez: una casa con ventanas abiertas al mar, al monte, al viento y al sol. Salinas, marismas, ríos, sierras, historia milenaria y una puerta en cada botella que posee el secreto y el milagro del velo en flor. Uva palomino, oscuridad, sobriedad, humedad, calor y frío, humildad, tradición y sabiduría. Todo ello se da en casa de los Hidalgo en Jerez. La bodega tiene un duende y esta familia (ya por la quinta generación) sabe cómo embotellarlo, sabe cómo perpetuar el velo en sus viejas botas. Sorprenden la complejidad y seriedad de un vino así, tanto como su alegría y la pasión que desata: el patio del limonero, aceitunas partidas, masa madre, migas de pan reposado, sol y madera seca, hinojo marino, almendras tiernas ligeramente fritas, sal y viento, océano y terrones de albariza. Cierra los ojos, abre el corazón, respira este fino y bebe el paso del tiempo.


Ficha técnica

Hidalgo, La Panesa especial fino DO Jerez-Xérès-Sherry. Graduación del 15%. Vino generoso de uva palomino. La solera La Panesa de Hidalgo se caracteriza por una prolongada crianza bajo velo en flor, que ronda los 15 años. El momento de la saca, limitadísima, y esa crianza biológica en bota de roble (criaderas y solera) marcan su carácter. Precio: unos 31 euros./

Sensaciones

Son vinos, los de Jerez, que saben a sol y a albariza (el suelo característico de la zona), que alimentan cuerpo y espíritu como si de una masa madre de pan se tratara, te muestran las raíces de sus cepas y de su tradición./

A través del cristal

De izquierda a derecha, dos copas de Vista Alegre con diseño de Álvaro Siza. Copa SP Expert 31, Tasting de Stölzle y Catavinos 15, todas de Riera./

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