A un ritmo de registro diario de entre 3.000 y 3.500 refugiados al día (la capacidad del centro a pleno rendimiento, según sus gestores), el ‘hotspot’ de Lesbos, o “punto caliente”, según la jerga de Bruselas, necesitaría meses para identificar y dar papeles provisionales a los miles de migrantes que llegan a la isla griega.