España en riesgo de desertificación

En algunas zonas del planeta el incremento de temperatura global puede acarrear ventajas para sus moradores, como gozar de temperaturas más suaves en invierno y de veranos mediterráneos. En España, por el contrario, la perspectiva no es nada halagüeña, pues el tórrido clima saharaui avanzará de sur a norte arruinando grandes riquezas como agricultura y turismo y dificultando enormemente, por cuestiones tanto climáticas como económicas, la vida de los futuros moradores. Tan nefasta perspectiva, cuyos claros síntomas no es que se intuyan sino que son ya perfectamente perceptibles por todos nosotros, debería por lógica comportar una reacción tanto institucional como ciudadana encaminada a combatir tan nefasta alteración climática. Me sorprende, conscientes las Administraciones de la que nos viene encima, la escasísima inteligencia ecológica de nuestros dirigentes políticos y de una gran parte de la ciudadanía que contribuye, y con nota, a la saharización peninsular.— Martí Gassiot.