¿Se estará creando una nueva civilización?
Siendo la India una nación de más de 1.200 millones de habitantes, de los cuales un tercio vive bajo condiciones de extrema pobreza, los Ambani -una de las familias más ricas del país-, se construyeron en 2010 una torre cuyo costo superó los 2.000 millones de dólares (según confirma la revista Forbes).
Cerca del barrio de Golibar, el segundo asentamiento informal más poblado de Mumbai, se alza una de las residencias privadas más caras del mundo: la Torre Antilia.
Las firmas de arquitectura Perking + Will conjuntamente con Hirsch Bedner Associates, conocidos por estar detrás de los prestigiosos Mandarin Oriental, fueron los encargados de hacer posible una arquitectura que, una vez más, busca conquistar la verdadera insensibilidad con el entorno.
Torre Antilia en Mumbai. Image © The New York Times
Esta vivienda unifamiliar tiene una altura de 173 metros y está dividida en 27 pisos; tres helipuertos, piscinas al aire libre, jardines colgantes, seis plantas de estacionamiento, nueve ascensores privados, spas, lounges… son algunos de los espacios que la conforman.
Sorprendentemente, en esta propiedad solo habitan 5 personas: el propietario Mukesh Ambani –el quinto hombre más rico del mundo- conjuntamente con su esposa y sus tres hijos, quienes ocupan los 40.000 metros cuadrados destinados a uso residencial.
Los propios arquitectos afirman que esta vivienda supera con creces el costo de cualquier hotel de lujo o edificio de dimensiones similares. La diferencia, tal como aseguran en Forbes, es que un hotel o condominio acostumbra a tener una distribución replicable en cada planta siendo consistente tanto en función como en estética. Este edificio, sin embargo, difiere en que no hay dos plantas iguales, tanto a nivel distributivo como en materiales usados.
Cada una de sus 27 plantas tiene un leitmotiv distinto, combinándose opulentos materiales procedentes de diversos lugares del mundo en cada una de ellas. A petición de Nita Ambani, la esposa del propietario, se tuvieron que mezclar estilos y elementos arquitectónicos para conseguir una sensación de consistencia en los espacios, sin llegar a la repetición. Por ejemplo, si la madera, el cristal y el metal eran materiales usados en la planta 9, no deberían ser usados en la planta 11.
En la última década, el número de multimillonarios en la India ha pasado de menos de 6 a 61 (según el informe OXFAM), de modo que en un país donde viven 1.200 millones de personas, sólo unas decenas de ellas poseen en conjunto una riqueza de aproximadamente 250.000 millones de dólares. Se prueba entonces, que la riqueza nacional de la India está teniendo un rápido aumento que parece ser disfrutado desproporcionadamente por una minoría.
La Torre Antilia ha recibido la desaprobación generalizada de los residentes de Mumbai, quienes argumentan que la construcción es excesiva y de una disparidad sin límites. Varios personajes que dominan el panorama intelectual, como el sociólogo Dipankar Gupta de la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi, afirmó que ese tipo de desigualdad es inconcebible, no solo en Mumbai sino en todo el país, donde más de un 42% de los niños menores de 5 años sufre de desnutrición.
Ratan Tata, arquitecto de formación y expresidente del Grupo Tata, uno de los grupos económicos más respetados del país, aseguró también que la Torre Antilia es un ejemplo de la falta de empatía de los “pobres indios ricos”, cuyos integrantes deberían encontrar la manera de mitigar las dificultades que sufre la gente de su propio país. Arundhati Roy, más conocida por su papel como novelista y activista, se pregunta si llamando a la torre “Antilia”, la familia Ambani espera romper sus vínculos con la pobreza y la miseria de su patria y formar una nueva civilización.
Quizá Roy tenga razón...
Quizá la Torre Antilia sea el principio de una nueva civilización donde el consumismo desmesurado se convierta en una cotidianidad, y donde sea posible insensibilizarse ante la pobreza, vista como una realidad de otra galaxia.
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