La diversidad es rentable
Existe el mito de que vivimos en una sociedad con buenos niveles en igualdad de oportunidades y diversidad femenina, pero este año un informe de la OCDE indicaba que aunque las mujeres están más formadas, tienen menos acceso al trabajo y existe una brecha salarial del 24%. Es cierto que la diversidad femenina cada vez tiene una mayor presencia en las agendas políticas, pero creo que todavía no se ha convertido en una auténtica prioridad para dirigentes y empresarios. Necesitamos acometer medidas concretas que consigan revertir estas cifras, como hizo Noruega con su ley de cuotas, consiguiendo elevar el rendimiento de sus empresas un 53% al estimular el acceso de las mujeres a la alta dirección. Por tanto, no sólo se trata de un tema de justicia social, sino de conseguir un país más innovador y competitivo. No nos podemos permitir el lujo de desperdiciar talento ni desoír que las mujeres ya representan la fuerza económica más importante del mundo, al concentrar el 80% del poder de compra a nivel mundial.— Susana Outeiriño Luna.
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