Durante siglos, las mujeres aprendieron el abecedario con aguja e hilo en lugar de con lápiz y papel. El bordado se asoció a la sumisión y la virtud, si bien en muchas telas se cosieron expresiones de subversión. El arte contemporáneo ha incorporado el bordado a sus múltiples técnicas para hilvanar mensajes cargados de historia.
La española Sonia Navarro liga un patrón de costura a las imágenes de una ciudad amada, como Roma, en la obra titulada Habitar la huella (2014).Enredados. Las labores de aguja no son exclusivas del mundo femenino. El abuelo y el padre de Maurizio Anzeri eran pescadores y él siempre los vio reparando las redes. Muchas de sus obras, como este Joven (2009), utilizan el bordado sobre fotografías antiguas.Las manos bordadas de Eliza Bennett, más que mostrar la autolesión o el dolor, son un homenaje a la mujer trabajadora en El trabajo de la mujer nunca termina (2004).Estrategias animales. Las instalaciones de Chiharu Shiota son como telarañas que lo envuelven todo. Esta se titula Después del sueño (2015).Abajo, la peruana Ana Teresa Barboza construye escenas con dibujo y bordado con estos Animales familiares (2011).Feminismos. Judy Chicago es una de las adalides del arte feminista. En la imagen, Lágrimas de nacimiento (Birth Tear E2, 1982) deja clara la fuerza expresiva del bordado realizado por Jane Gaddie Thompson.