En la mente de Nicolas Ghesquière

Cada temporada, los diseñadores cuentan con 15 minutos para condensar sobre la pasarela lo que les ha obsesionado durante los últimos seis meses. El éxito o fracaso de una colección depende de si se ha sabido destilar bien el pequeño caos creativo precedente. Desde que a principios de 2014 Nicolas Ghesquière debutó como director artístico de las colecciones femeninas de Louis Vuitton, este francés de 44 años ha sido responsable de alguno de los momentos más intrigantes que ha protagonizado la industria de la moda. Sus siluetas retrofuturistas y su elegancia sin remilgos han marcado un antes y un después en el buque insignia del grupo Louis Vuitton Möet Hennessy. Ghesquière ha mantenido al mundo de la moda en vilo y ahora quiere mostrar cómo lo ha hecho. Para ello, ha organizado la exposición titulada Louis Vuitton Series 3: Pasado, Presente y Futuro. Su objetivo: desvelar todo lo que le rondó por la cabeza antes de que la modelo Freja Beha abriese el desfile de la temporada de otoño-invierno 2015-2106 de Vuitton, celebrado en París el pasado octubre.

La exposición, inaugurada en Londres, se reubica en Singapur a partir del 25 de noviembre. “Louis Vuitton me pidió que pensase en algo que introdujese mi trabajo y explicase mi visión de una manera diferente”, explica Ghesquière. “Se necesita algo más que un desfile difundido online para captar el ambiente y la intensa creatividad que hay detrás. Esto es lo que he querido compartir”. La idea es acercar el desfile a una audiencia más amplia sin caer en el recurso fácil y extendido de compartir unas imágenes a través de la cuenta de Instagram de la marca. Junto a Michael Burke, presidente y CEO de Louis Vuitton, imaginó un espectáculo que va de gira, sin repetir modelos tradicionales. “Queríamos que la gente experimentase algo nuevo y futurista. Con esa meta, teníamos que crear algo con gran carga digital y que usase imagen y sonido para recrear un viaje¨, afirma Burke.

El resultado es un recorrido deslumbrante por 10 salas donde convive la alta tecnología con lo artesano. Ghesquière contó con la colaboración de Es Devlin, una escenógrafa británica en cuyo currículo se incluyen la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres; giras de U2, Kanye West y Miley Cyrus, y varias óperas del Royal Opera House. Y no hay duda de que Devlin ha dejado su impronta.

Series 3 arranca con una cúpula geodésica en homenaje a su creador, el arquitecto y visionario Richard Buckminster Fuller, mientras la actriz Adèle Exarchopoulos recita un texto escrito por el fotógrafo Juergen Teller. A lo largo del trayecto, el visitante encuentra pantallas gigantes que se alternan con artesanas venidas desde diferentes ateliers para rematar en vivo los bolsos Petite Malle y Dora. Piezas del archivo de Louis Vuitton conviven junto a complementos de esta temporada expuestos en maniquíes creados a imagen y semejanza de la modelo Marte Mei van Haaster, que participó en el último desfile de la marca.

La yuxtaposición desvela que el nuevo bolso Boîte Promenade se inspira en un cofre de maquillaje de los sesenta, o que el coqueto Petite Malle debe su estructura a la maleta que la maison diseñó en exclusiva a finales de los años veinte para que el banquero y filántropo Albert Kahn guardase las fotografías de sus viajes.

Estéticamente, el resultado es apabullante. Sin embargo, lo verdaderamente original es la voluntad de accesibilidad sobre la que se construye el proyecto. Si bien la fiesta de inauguración que se celebró en Londres hace un mes congregó a una cantidad abrumadora de caras famosas y el espacio ofrece la exquisitez que se espera de una firma de lujo, nunca resulta intimidatorio.

Algunas prendas expuestas pueden tocarse. Así, para muchos visitantes ha sido una revelación que el abrigo blanco de borrego que abrió el desfile de esta temporada resultase al tacto ligero como una nube. Un día cualquiera por la mañana, la muestra estaba repleta de estudiantes de moda y familias haciéndose selfies y dando la vuelta a faldas para curiosear remates.

Las exposiciones sobre moda se han convertido en el gran reclamo de las instituciones y museos. Para las firmas constituye una manera de que el público se relacione con el producto sin la presión para consumir que podría existir en una boutique. Para Ghesquière es algo que va más allá. Consiste en una declaración de intenciones que le posiciona como un renovador respetuoso con la tradición.

El creador hace gala de conocer los archivos de la casa fundada en 1854 como fábrica de maletas. Sus nuevos clásicos se han inspirado en objetos tan prácticos y a la vez tan poéticos como una sombrerera o un baúl para cubertería del siglo XIX. Series 3, al fin y al cabo, es la narración del viaje en el tiempo que ha hecho el diseñador. Ha visto la belleza del pasado, pero no se deja sepultar por ella. No hay nostalgia en la visión que Ghesquière tiene para Vuitton.

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