El mañaneo es el nuevo ir de cañas

Es algo tan arraigado en nuestra cultura que ya debería ser bien de patrimonio cultural. Llega el fin de semana y no hay quien se pueda resistir a ese ritual que supone quedar con amigos en algún sitio soleado y hablar sin parar con una caña en la mano. Pero incluso esta práctica que ya muchos llevamos impregnada en nuestro ADN puede evolucionar y mejorar. Pero tranquilos, que nadie está hablando aquí de esterificaciones de cerveza o tapas en forma de esculturas minimalistas. Porque lo que hace que tomarse unas cervezas pueda llegar al siguiente nivel es algo más simple, y la respuesta se puede resumir en una sola palabra: mañaneo.

¿Qué que es el mañaneo? Muy simple: es la experiencia que ofrece Manzana Mahou 330, ese lugar que ya se ha convertido en uno de los pilares básicos de la vida de ocio (y también cultural) de Madrid. Allí, además de poder disfrutar de distintas actividades y sorpresas, los domingos se han convertido en día sagrado. Allí las cañas se toman con todo un menú que potencia al máximo el sabor de la cerveza. En realidad, con tres menús. El primero cuenta con exquisiteces como parfait de fruta y yogurt natural, tostas de pan de cereales con huevos pasados por agua, aguacate y aceite de albahaca, o patatas rojas al horno aderezadas con aceite de oliva y romero. El segundo añade a la ecuación Huevos rancheros sobre nachos de maíz caseros con ternera mechada, mientras que el tercero incorpora huevos benedictinos con bacon o salmón ahumado a elegir sobre molletes de pan y, si el mañaneo se alarga un poco más, tarta casera del día.

Obviamente, estamos frente un antes y un después en la manera de disfrutar de unas cañas. Para sumergirse en esta experiencia solo hay que entrar en la web de Manzana Mahou 330 y reservar una mesa. Y luego, claro, dirigirse el domingo al antiguo palacio de Santa Bárbara. Sencillo y reconstituyente. Feliz mañaneo.