¿De qué hablamos cuando hablamos de ‘indie’?
Su origen lo encontramos en la música independiente, en la autogestión que permite al artista trabajar con mayor libertad
La palabra indie ya no es una extraña en nuestro vocabulario. Una muestra: en estos momentos coinciden en las librerías varios volúmenes de títulos como Pequeño circo. Historia oral del indie en España, Indies, hipsters y gafapastas y Vida indie. Sin embargo, durante años el indie ha sido simplemente otra tendencia importada de Inglaterra. Su origen lo encontramos en la música independiente, en la autogestión que permite al artista trabajar con mayor libertad.
Cumple la función de transformar la vida de quien escucha con atención
Su paradigma son The Smiths, por sonido y por actitud, pero también fueron precursores involuntarios The Velvet Underground o Radio Futura porque antepusieron su visión artística a sus obligaciones comerciales. En España el género ha estado representado por grupos tan variopintos como Los Planetas, Vetusta Morla o los ya desaparecidos Australian Blonde, cuyo fundador, Francisco Nixon, define así el significado actual de indie: “Pasó de ser un término descriptivo a otro valorativo y finalmente se ha convertido en un estilo de vida que hace referencia a unos hábitos de consumo”.
Este devenir ha dado pie a que en los últimos tiempos al indie español le lluevan los reproches. Se le acusa de estar desnaturalizado porque una serie de bandas que partieron de esa premisa original ahora gustan a un público que ha abrazado la versión light de un concepto supuestamente elitista. También se le critica el autismo de sus inicios, a principio de los noventa, cuando los grupos cantaban en inglés para distanciarse de la famosa movida. Desde otros flancos se le achaca falta de compromiso social, algo que, salvo sonadas excepciones, es habitual en el rock español. Al tocarse dicha cuestión en un reciente debate sobre el indie, Antonio Luque, alias Señor Chinarro, otro de los nombres punteros del género, fue tajante: “Si al montar un grupo llego a saber que tenía que arreglar el país…”.
Al indie español se le acusa de estar desnaturalizado
Ahora, añade: “Cualquier forma de expresión artística lleva implícita una visión del mundo. A mí me reprochan últimamente ciertos salvapatrias de medio pelo mi pesimismo. Y es que realmente no sé si es peor que el mundo no tenga solución o que se pongan a arreglarlo los más oportunistas”. Gerardo Cartón, exdirector de una distribuidora independiente y coautor del libro Manual del perfecto festivalero (Lunwerg), concluyó dicho debate diciendo: “Adoro la actitud independiente y odio la etiqueta indie”.
Defectos al margen, la música indie es sinónimo de alternativa creativa, sobre todo en España, donde la brecha entre los artistas masivos y el resto es enorme. Y cumple una función esencial de la música pop: transformar la vida de quien escucha con atención. Aunque la palabra suene ya gastada o antipática o incluso exótica, de eso es de lo que hablamos cuando hablamos de indie.
elpaissemanal@elpais.es
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