En Andhra Pradesh, las duras condiciones de vida a las que están sometidas las mujeres deterioran su salud. Trabajan en el campo o en comercios y también se ocupan de todas las labores del hogar. En la imagen, una vecina del distrito de Madakasira vende guirnaldas de flores para adornar el cabello.Lola HierroLas mujeres en India constituyen el 48% de la población pero, en un país donde se las discrimina antes de nacer, se llevan la peor parte en todo. "No se las considera parte de la familia sino a la del hombre con la que se casará, así que no se invierte en ella", explica Doreen Reddy, directora de la Fundación VIcente Ferrer. Esta ONG española lleva 40 años en este Estado luchando contra la pobreza y en favor de los derechos de las mujeres y de las castas bajas.Lola HierroUna de las causas del deterioro de la salud de las mujeres indias es la falta de acceso a váteres, agua limpia y buenas prácticas de higiene. En la escuela para trabajadoras sanitarias del distrito de Madakasira, unas 50 alumnas son formadas en prácticas de enfermería para que luego atiendan a las mujeres de su pueblo. La finalidad es reducir la mortalidad materna e infantil.Lola HierroEn la aldea de Veekjinapalli, las vecinas comentan los problemas de salud relacionados con la ausencia de agua limpia. Todas han sufrido alguno y los más comunes son la diarrea, la pérdida del esmalte dental y el dolor de extremidades, síntomas que indican que el agua que beben contiene exceso de flúor.Lola HierroRangamma Kathigera, de 34 años, vive en Hattie Belgal, la aldea sin letrinas. "Hasta hace poco no sabíamos de su existencia", reconoce la mujer. Ella también es trabajadora sanitaria en su aldea y por eso conoce bien las principales enfermedades que sufren sus vecinos.Lola HierroSanjamma vive con su marido y sus hijos en una choza insalubre en Hattie Belgal. Antes se duchaba a cubierto en un chamizo, pero un día sus muros se derrumbaron y desde entonces tiene que asearse al aire libre, solo oculta por algunas sábanas que cuelga de un palo de madera, como en la imagen.Lola HierroEn Hattie Belgal también existe un problema con la cantidad y la calidad del agua que consumen. Disponen de un tanque de 1.000 litros para 80 familias que sólo funciona cada cuatro días y durante cuatro horas. Ese es el tiempo del que disponen los vecinos para recoger cuántas tinajas puedan. Si la bomba que hace llegar el agua a este depósito se rompe, los usuarios deben caminar cuatro kilómetros hasta el pueblo más cercano si quieren beber. "Este depósito es insuficiente; se construyó hace dos décadas, cuando la población era la mitad", se queja Rangamma.Lola HierroEn Andhra Pradesh, el 9,2% de la población vive bajo el umbral de la pobreza y sólo la mitad tiene acceso a letrinas. Las mujeres que trabajan en el campo se quejan del desgaste físico, como Nagamma, de 38 años, que acaba tan cansada que hasta le da fiebre, asegura.Lola HierroBheemappa, su esposa Jaymma y su hija viven en una choza con el techo de hojas de palma que filtra el agua cada vez que llueve yen la aldea de Vadrahattie. Ellos son una de las familias beneficiarias del proyecto de colonias integradas de la FVF: 77 viviendas para los más pobres de este pueblo que cuentan con letrinas, acceso a agua y a electricidad y colegio. Están a punto de hacer la mudanza.Lola HierroRangamma, en la impoluta cocina de su vivienda, en Hattie Belgal. Junto con la falta de higiene, otra razón del deterioro de la salud de las mujeres es la mala alimentación. En Andrha Pradesh. el 33,5% de las mujeres entre 15 y 49 años está por debajo de su peso, el 63% de las solteras y el 56,4 de las embarazadas padecen anemia.Lola HierroEl primer ministro indio, Narendra Modi, ha puesto en marcha un plan para dotar de letrinas a 110 millones de habitantes. En la aldea de Kuruvalli muchos vecinos ya disfrutan de las ventajas de tener un retrete. "Ahora es muy fácil", opina Parvati. Antes iban a defecar al campo, preferiblemente antes del amanecer, para evitar ser vistas. Esta práctica, además de antihigiénica es peligrosa para las mujeres, pues se exponen a ser asaltadas sexualmente al estar solas y en lugares apartados.Lola HierroGowaramma, Bopal y Vinu, el hijo de ambos, posan junto a la casita donde han vivido desde que se casaron, en Vedrahattie. Ellos son también beneficiarios de las colonias integradas de la FVF.Lola HierroLas casitas de la colonia integrada que la FVF ha construido en Vedrahattie acogerán a 77 familias de la casta vedra, la que se dedica a cavar hoyos y fosas. Aunque aún no están terminadas del todo, los inquilinos ya han comenzado a mudarse, deseosos de disfrutar de las ventajas de tener electricidad, acceso a agua limpia y letrinas. Una condición para entregar estas viviendas es que sean las mujeres las propietarias de las mismas. La medida es para protegerlas en caso de que queden viudas.Lola Hierro