La literatura fue la inspiración para Cruz Delgado desde los inicios de su carrera. En 1963 fundó su primer estudio junto a Eduardo de Prada y Félix Cascajo y el primer cortometraje que lanzaron fue 'El Gato con Botas', basado en los cuentos de Perrault y basado también en un cómic. La música era de los creadores del 'Vamos a la cama' de la Familia Telerín. El corto se remozó como historieta de 'Mágica Aventura' (1973) ya en color.El Canguro Boxy saltó también directo de las viñetas a la animación. Este canguro boxeador propio de dibujos de Hannah Barbera apareció en un corto llamado Aprendiendo a Boxear (1966), que continuaron en varias secuelas y que, al final, se reconvirtieron para el mercado de vídeo doméstico.'Mágica Aventura' comenzó, en 1968, como un cortometraje en el que una pareja de niños viajaban con un mago al País de Nunca Jamás. Pero fue en 1973 cuando de verdad se hizo popular cuando fue reconvertido en largometraje antológico, que servía a Delgado como cajón de sastre para cortos olvidados como 'El Gato con Botas', 'El buque fantasma' (1969) y 'El abuelo conciliasueños' (1972). "Hicimos el primer gran estreno de una película animada española en los madrileños cines Imperial, que estrenaba a Disney. Había incluso uno disfrazado del mago", recuerda con orgullo Delgado.'El Desván de la Fantasía' es el hijo predilecto de otro de los grandes animadores de la historia de España, José Ramón Sánchez, del que Delgado fue amigo desde los 50. Mientras que Sánchez animaba, Delgado le llevaba la producción y dirección de este cortometraje convertido en película y reconvertido en serie de TVE dentro del programa 'Sabadabadá', de Mayra Gómez Kemp.Y entonces llegó 'Don Quijote de la Mancha', el que había sido el proyecto soñado de Cruz Delgado durante décadas. "Primero quería hacerlo una película, pero José Romagosa me convenció para que lo hiciera en serie, mucho más completa", rememora Delgado. Fue una producción titánica, distinto a lo hecho antes en España, con 150 personas trabajando detrás de las cámaras, un grupo de expertos cervantistas, académicos de la lengua y todo tipo de profesionales. 39 episodios de media hora que hacían de la producción la mayor adaptación de la novela de Cervantes. El sábado seis de octubre de 1979 se emitió el primer episodio. Dos facetas jamás se olvidarían: la voz de Fernando Fernán Gómez como el Hidalgo Alonso Quijano y la famosa canción de apertura compuesta por Juan Pardo y cantada por el dúo infantil Botones.Jorge Romagosa, que durante años había representado a Walt Disney España y que había introducido Heidi en el país, fue uno de los grandes impulsores de El Quijote. Su estrategia sirvió para hacer de la serie una llena de merchandising de todo tipo, desde figuras y libros a manteles y juegos de mesa. Se vendió en los cinco continentes y en diversos idiomas. "Esto es marca España. Todo era hecho en España y describe algo que es puramente de aquí", defiende Cruz Delgado Jr.Después de adaptar a Cervantes, Delgado tuvo la confianza suficiente para adentrarse en Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift, otro de sus eternos proyectos. Su idea era adaptar tanto los Viajes a Liliput como a Brobdignac, pero al final el largometraje se quedó solo con la tierra de los gigantes, dado que había sido menos veces adaptada a la gran pantalla. Se estrenó en las navidades de 1983 e incluso se coló entre los primeros puestos de recaudación."Siempre me gustaba incorporar la parte musical. Esta serie venía como anillo al dedo para incluirlo en el argumento". 'Los Trotamúsicos' (1989) fue el otro gran éxito de la carrera de Cruz Delgado. Nacido como el largometraje 'Los 4 Músicos de Bremen' —el primero en llevarse el Goya a Mejor Película Animada, en 1990—, se transformó en serie pero con un nuevo nombre. "Los de 'merchandising' nos recomendaron que cambiaramos el nombre para que nadie lo copiara. El nombre de la novela de los hermanos Grimm estaba libre de derechos y cualquiera podría utilizarlo", recuerda Cruz Delgado Sánchez, que trabajó con su padre en esta animación. Pero mientras que en Quijote tendrían que cortar cosas de la ingente novela, este era un caso muy distinto. El cuento de los Grimm solo tenía seis páginas, por lo que el equipo de guion de Gustavo Alcalde tuvo que inventarse prácticamente el resto del argumento alrededor de las aventuras de los cuatro animales.'Los viajes de Gulliver (Viaje a Liliput)' era uno de los proyectos inacabados de Cruz Delgados más avanzados, pero en el tintero quedaron diversos cuentos e historias como un 'Oliver Twist' de perros y gatos; una continuación de su cómic 'Mac Mapache', sobre un mapache detective; 'El bosque encantado de Gum', sobre unos elfos nacidos en 'Los Trotamúsicos'; 'La panda de los curiosos', alrededor de la familia de Molécula, y 'Lazarillo, que seguía la estela de Quijote con el famoso niño huérfano de Tormes.Cruz Delgado, entre su hijo Cruz Delgado Sánchez ( a la izquierda) y Jorge San Román.Santi Burgos
