¿Algo que esconder?

Ahora que pedimos tanta claridad a la Casa Real, al Gobierno, a los partidos e incluso a la sociedad, parece mentira que no lo hagamos a la educación. Creo que no es democrático que en la reclamación de los exámenes de oposiciones de Magisterio no se pueda enseñar para ver en qué hemos fallado. Me avergüenza esta situación, considero que los tribunales son justos con las notas que ponen a los futuros docentes, pero queda manipulado su criterio al no poder mostrar una simple corrección de un examen. ¿Hay algo que esconder?— Cristina González Trujillo.