_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

No a Terminator en Grecia

En EEUU nadie echó la culpa de la crisis a la moneda norteamericana, nadie elucubró con el fin del billete verde. Calcadito a lo de aquí.

Xavier Vidal-Folch

En 2009 Grecia encaraba el desastre. California suspendía pagos. Hoy, Grecia bracea, zigzagueando junto al precipicio. California debate cómo repartir el exceso de superávit. ¿Por qué tanta diferencia?

Se dirá: California es El Dorado rico, octava potencia mundial, PIB de dos billones de euros; Grecia, el farolillo rojo de Europa, PIB de 180.000 millones, país pobre. Pero California es al tiempo el más rico Estado de EE UU y el más mísero: 23,4% de pobres.

Se dirá: la deuda pública de California apenas alcanza el 50% de su PIB; la de Grecia dobla el suyo. Pero el pago de sus intereses apenas exige más sacrificio a los griegos (en torno al 6% del presupuesto) que a los californianos (5%).

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Se dirá: los rescates de Europa adormecieron a los griegos, mientras que en EE UU los Estados pueden quebrar (desde principios del XIX), y así espabilan por sí mismos. Pero el presupuesto federal también ayuda, con transferencias de protección social, infraestructuras, rescates bancarios. Se dirá: ambas crisis son incomparables. Pero la burbuja inmobiliaria californiana fue atizada por la inversión extranjera, y el exceso de déficit griego, por el mal uso del euro barato: ambas causas, semiexógenas.

Las grandes diferencias no vienen de todo eso. Vienen por las distintas políticas económicas aplicadas. Arnold Schwarzenegger, el gobernador republicano, hizo honor a su personaje, Terminator: al estallar la crisis sajó los gastos sociales en escuelas y asilos, recortó brutalmente los salarios a los funcionarios. Austeridad extrema.

Claro que su sucesor, el demócrata Jerry Brown, mantuvo recortes, pero sobre todo aumentó los ingresos fiscales, subiendo los impuestos personales, especialmente a los más ricos: en cuatro años la recaudación de la renta ha aumentado un 55%; el 1% más próspero paga el 50% del total. Una utopía, en Grecia.

Vienen por la rápida mejora de la economía norteamericana tras la Gran Recesión, frente al lento repunte de la europea. Por el infinito dinamismo empresarial, económico y tecnológico del Oeste americano, comparado con el secular atraso helénico. Y porque allí nadie echó la culpa de la crisis a la moneda norteamericana, nadie elucubró con el fin del billete verde ni con la salida ni la expulsión de California del área dólar. Calcadito a lo de aquí.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_