Mapa emocional de Tánger
“Tánger es un acuario repleto de extraños peces”, dijo el poeta, editor, fotógrafo y director de cine norteamericano Ira Cohen, que vivió en esa ciudad en los años 60 del siglo pasado.
“Al parecer Truman Capote dijo una vez –y Jane Bowles lo repitió mil veces- que ante la Acrópolis de Atenas, algunos se sienten en ‘un estado de sabiduría’; ante San Pedro de Roma, algunos deberían sentirse en ‘estado de gracia’, pero ante el Zoco chico de Tánger, todos se sentían ‘en estado de libertad”. Esto lo escribió el historiador de cine y crítico de arte Emilio Sanz de Soto en La obra olvidada de Antonio Fuentes.
Emilio fue figura clave de la vida de la ciudad marroquí en los años 50 y 60, de hecho se dice de él que era ‘el hombre que lo sabía todo de Tánger’. Por eso Sanz de Soto es la persona que nos guía a través de los años dorados de la ciudad, cuando tenía estatus de territorio internacional. La que fue la última gran entrevista de su vida se convierte en la espina dorsal del documental Mapa emocional de Tánger, el cual fue presentado el pasado 20 de mayo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Este proyecto arrancó en 2004 y pretendía realizar un gran documental sobre la época histórica la ciudad de Tánger en el siglo XX y la fuerza vital e intelectual que significó e irradió en aquel momento a través de sus personajes, vivos y muertos: desde los notables intelectuales y famosos internacionales (Paul y Jane Bowles, Truman Capote, Brion Gysin, William Burrouhgs, los Rolling Stones…) hasta la bohemia española (Emilio Sanz de Soto, Ángel Vázquez, Eduardo Haro Tecglen, Pepe Cárleton…) pasando por excelsos anónimos de todas las nacionalidades, credos y razas que encontraron en la ciudad internacional una razón para “estar”.
Como suele suceder con estos proyectos, este también se vio paralizado por los problemas económicos y la falta de financiación, hasta que en 2011 Mínimo Producciones asumió la producción de la película y se aventura a terminar el rodaje.
El documental se adentra en la tan hablada convivencia entre razas, culturas y credos, que cuando la cuentan los protagonistas que vivieron esa época se nos descubre más como un soportarse los unos a los otros, sin mezclarse, como el agua y el aceite.
La cinta nos sumerge en el misterio emocional y el magnetismo de un punto único en la historia y en el tiempo. Al mismo tiempo, nos permite sumergirnos y pasearnos las leyendas y misterios de la majestuosa librería Des Colonne o el glamur de las fabulosas fiestas de Barbara Hutton, heredera de Woolworth, en su casa de la medina. También nos asoma al mundo de las drogas, el sexo y el alcohol, de una ciudad donde casi todo parecía estar permitido, en un tiempo en el que merodeaban por los cafés de la misma los espías de entreguerras, se respiraba libertad y existía la posibilidad de adquirir cualquier cosa. Situación, que como tan bien describe Mohammed Chukri en sus obras, concluyó con la independencia de Marruecos, en 1956, cuando el estatus internacional de la ciudad fue revocado y se desmanteló la infraestructura administrativa.
Haro Tecglen describe esa época como un estado del alma cuando dice que “Muchas veces pienso que Tánger era un estado de ánimo que, probablemente, se instaló para siempre en esa parte un poco fantasmal de la memoria en la que algunas personas no sabemos distinguir lo que fue verdad y de lo que fue mentira”.
Detrás de este proyecto se encuentra José Ramón da Cruz, cineasta, documentalista, productor y videoartista nacido en Tánger en 1961. Es lógico que este artista esté obsesionado con la ciudad norteafricana donde pasó parte de su infancia antes de que su familia se trasladase a Madrid. Todo su imaginario está lleno de las imágenes y las vivencias de sus primeros años de vida y de las historias que, más adelante, contaban su abuela, su madre o su tía, en las que lo real y lo mágico se entrelazaban sin ningún pudor.
Ramón, me indica que este es su primer apellido y no su segundo nombre como muchos piensan mientras charlamos en un bar del barrio madrileño de Argüelles, se inició en el mundo del cine muy joven cuando con 17 años, todavía en el instituto, fundó el Grupo Tau de cine experimental. Más tarde abandonaría la universidad para dedicarse por completo a su pasión lo cual le llevaría a ganar varios premios y a ser definido como “uno de los puntales” de la nueva ficción europea.
Además de El mapa emocional de Tánger, la obsesión por esta ciudad ha llevado a José Ramón da Cruz a dirigir Tángernación, una cinta en la que recrea la ciudad a través de la vida de Paul y Jane Bowles, y un documental sobre la figura de Emilio Sanz de Soto.
A continuación podemos ver un tráiler del proyecto.
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