Despliegues de prevenciones

Carta de la semana: Despliegues de prevenciones

Después de la opípara comida del domingo 12 de marzo, leo la entrevista a la científica María Blasco y el despliegue de prevención médica y oncológica que anuncia se producirá en el siglo XXII. Pastillitas para evitar desarrollar un cáncer de hígado. Pastillitas para atajar cualquier disfunción que altere perniciosamente el organismo. Me cuestiono infinidad de puntos, como si esa prevención exhaustiva será económicamente sostenible.

Carmen Villar Perearnau. Barcelona

Otras abogacías

Se hace un flaco favor a la imagen de la abogacía cuando se titula en el reportaje de portada del 12 de marzo como Superabogados, refiriéndose a las élites económicas de la profesión encuadradas en las fábricas de Derecho al servicio de la entidades financieras y grandes empresas que son esos bufetes de abogados. Mullidores de grandes fiascos como el concurso de Banco de Madrid o la opa de Martinsa Fadesa. Se olvidan de contarnos a los lectores que estas macroempresas son lo que son por su relación con los políticos y los gestores de la Administración, por su relación con los directivos de la banca y de las grandes multinacionales que rigen nuestros destinos.

Parece deducirse que a los cientos de abogados júniores que allí trabajan, a los que se les exige una agotadora jornada, son felices por mantener el simple derecho al trabajo. Que ya se sabe que la mayoría de las mujeres son júniores, pero solo una escasa minoría son socios. Los superabogados de verdad son los que tienen una autentica vocación y dedicación a la justicia, esos que se comen los marrones del turno de oficio, haciendo guardias y encargándose de juicios en todas las jurisdicciones, por cantidades irrisorias, los que han defendido a los afectados por ejecuciones hipotecarias, los que, en definitiva, con su trabajo salvan el derecho a la tutela judicial efectiva.

Vilma Benel Calderón, Jesús Calpe, Olga Jiménez y Nuria MartÍn Sebastián. Abogados del ICAM

Nueva tipología

Quizá abra una nueva tipología de lector que envía su carta sobre un artículo de Javier Marías. Hasta ahora tenía catalogados a: quienes declaran su pasión, los que afirman su desengaño casi sentimental al descubrir que no eran almas gemelas y los que se quejan amargamente. Y aquí estoy yo, que no leo los artículos de Marías, excepto cuando se quejan de él amargamente. Es lo que me ha pasado este fin de semana, al leer esta sección y encontrar quejas sobre Percebes o lechugas o taburetes (29 de marzo). Así que me he tirado al ejemplar de marras y confieso que me he reído mucho, que es lo que más echo de menos en Javier Marías: la ironía, el humor, el sarcasmo… Indague en esta faceta.

Miriam Abad Peña. Madrid