Flaquezas
Debo reconocer, con todo el dolor de mi corazón, que no soy cliente del HSBC ni he estado en la famosa lista del señor Hervé Falciani; bien que lo siento. No hay nada en este mundo que me hubiese hecho más feliz que poder regularizar miles de millones de euros con la Hacienda española. Considero conveniente hacer la conversión a la antigua moneda nacional para se hagan una idea exacta de mi fabulosa ensoñación: miles y miles de millones de pesetas.
Debo reconocer, con toda la aflicción de mi alma, que, a veces, flaqueo y pienso que mis hijos tendrían resuelta la vida si en un futuro fueran capaces de entrar en Gran Hermano, en Gandía Shore o en miserias semejantes, en lugar de estudiar y formarse, como lo están haciendo, para competir en el mercado global de la miseria moral.
Para finalizar, debo reconocer que, a veces, soy humano, demasiado humano.— F. Javier Santos.