El guindo
Por el simple hecho de llevar un corte de pelo y un aspecto alternativos, Patricia fue detenida, procesada, juzgada y condenada a tres años de cárcel

Es probable que en la última semana se hayan enterado del caso de Patricia Heras gracias a la emisión del magnífico documental Ciutat Morta en TV-3 y a la polvareda que ha levantado en prensa y redes. Es decir, es probable que se hayan caído del guindo, como yo, hace tan sólo unos días, aunque este caso alucinante se remonte al año 2006. Según sostiene muy convincentemente Ciutat Morta, Patricia estudiaba Filología en Barcelona. Un día, paseando en bicicleta con un amigo, se cayó; acudieron al hospital a curar las heridas y allí Patricia fue confundida con unos okupas también heridos tras un rifirrafe en el que un policía sufrió graves lesiones. Por el simple hecho de llevar un corte de pelo y un aspecto alternativos, Patricia fue detenida, procesada, juzgada y condenada a tres años de cárcel. Hundida, se mató arrojándose desde un séptimo piso durante un permiso penitenciario. Fue en 2011 y tenía 32 años. Hasta aquí la versión del documental, que es partidista. Pero hay datos objetivos, como que la sentencia se basó principalmente en el testimonio de dos policías que años más tarde fueron condenados por torturas, o que Amnistía Internacional denunció que los okupas habían sido torturados. Aunque lo más aterrador es que casi nadie supiera de esta historia antes del remolino que ahora se ha creado. Aún poniéndonos en lo mejor, no cabe duda de que se trata de un caso tremendamente irregular, confuso, discutible. ¿Y por qué no se discutió, por qué no lo reflejaron más los medios? ¿Porque eran okupas, porque llevaban rastas e informes jerséis de lana apelmazada? A ver si aprendemos de una vez que los verdaderos delincuentes, el mayor peligro para la democracia y el sistema, son esos indeseables de corbata de seda, abrigos de pelo de camello y atildados ricitos. Me avergüenza mi ignorancia, nuestra ceguera.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
El temporal dispara hasta el 82% las reservas de agua de las cuencas internas de Cataluña
Vídeos de ajedrez | Alan Pichot se resarce con mucho arte
Trump presionará este lunes a Netanyahu en Mar-a-Lago para que el plan de paz en Gaza pase a su segunda fase
El juzgado archiva el caso contra el lotero de Lugo acusado de simular un robo de 400.000 euros
Lo más visto
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- La larga sombra del hijo único: China paga con una crisis demográfica su mayor experimento social
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- El giro del PP con Vox: de prometer no gobernar con la extrema derecha a normalizarlo tras el resultado en Extremadura




























































