Se llevan las trenzas y los moños… para ellos
Los actores Jared Leto y Leonardo DiCaprio son algunos de los famosos que se han apuntado a la moda de los recogidos de pelo
Trajes blancos, cresta decolorada, melena (con mechas) por la cintura, sobredosis de tachuelas, esmoquin con guantes de cuero… a estas alturas, lo más lógico es pensar que Jared Leto no puede sorprendernos. Su presencia en eventos y alfombras rojas es ya comparable a la de Cher o Helena Bonham Carter: el público se inmuniza ante sus salidas de tono en un ámbito plagado de perfección (y aburrimiento) indumentario. Nada más lejos de la realidad: quizá no haya asombro, pero está claro que el actor y cantante influye en la audiencia. Y mucho.
Lo cierto es que todos los famosos que no se ciñen a la corrección política en materia de estilo son, si no los más inspiradores, sí los más solicitados. El último informe que publica Google al término de cada año señala que durante las entregas de premios importantes, las celebridades más buscadas son las que más arriesgan. Personajes como Lorde y sus trajes de chaqueta masculinos, Rihanna y sus desnudos vestidos o el propio Jared. La innovación vende.
Leto supo rentabilizar ese moño al estilo samurái que lució en la ceremonia de los Globo de Oro del pasado año. Y eso que no fue el único en atreverse con el peinado. Joaquin Phoenix o el músico Alex Ebert también lo pasearon por la misma alfombra. Sin embargo, fue él quien acaparó todos los tutoriales para emularlo en revistas de belleza como Into the Gloss y todas las reseñas de los medios tradicionales. Él, en gran medida, fue el culpable de que se iniciara esa moda llamada man bun (moño masculino) que durante los últimos tiempos ha ganado adeptos tan dispares como Leonardo DiCaprio, Colin Farrel o Harry Styles. Lo que hasta hace relativamente poco era un estilismo reservado a futbolistas y raperos, se ha convertido en un indispensable de las redes sociales. Porque no sólo los famosos se atreven; existen tumblrs como Guys with top knots dedicados a fotografiar a hombres anónimos con moños altos. Pinterest está lleno de tableros que aportan inspiración para los que no saben qué hacer con su melena.
No contento con su triunfo capilar, Jared lo ha vuelto a hacer. Además, en el mismo escenario. En la reciente edición de los Globos cambió el referente samurái por el cherokee y apareció con una trenza. Menos de una semana después, Google ya posee más de dos millones de referencias a su peinado. Esta vez, eso sí, tenía un poderoso precedente en quien inspirarse. Tras recoger su premio Emmy el pasado verano, Cary Fukunaga, director de True detective, dejó de ser un desconocido. Se convirtió en trending topic mundial por dos razones de peso: su belleza y la trabajada trenza que no dudó en combinar con una indumentaria, por lo demás, impecable. “El hecho de que esta opción parezca pionera o subversiva revela la poca innovación que existe en la actualidad. Resulta refrescante y provocador rechazar la pulcritud que impera en los hombres modernos que acuden a este tipo de eventos”, escribía horas después el diario The Guardian en su sección de moda.
La tendencia de trasladar a las cabezas masculinas estilos culturalmente asociados a las mujeres es tal que hace pocos días el actor Chris Hemsworth fue noticia precisamente por haberse cortado el pelo y prescindir de su ya famoso moño. “Cualquiera que haya llevado melena sabe el trabajo que conlleva mantenerla”, afirmaba en el tabloide The Daily Mail. Unas declaraciones que, hasta hace bien poco, sólo salían de la boca de modelos o actrices femeninas. Pero las cosas están cambiando. Si el consumo de moda para hombre lleva cuatro años creciendo a ritmo acelerado, según datos de la consultora Mintel, las ventas de cosméticos masculinos han aumentado nada menos que un 70% en los últimos cinco. Era cuestión de tiempo que el cuidado y la innovación capilar entrara a formar parte de las rutinas de belleza de los más modernos.
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