Ébola, diamantes y mujeres
El gobierno sierraleonés ha prohibido todas las celebraciones navideñas en un nuevo intento de contener la epidemia de ébola que sufre el país. El Ejército va a ser desplegado en ciudades y aldeas durante las fiestas para asegurar que la gente se quede dentro de sus casas. Esto nos lo confirma el padre Patrick Santiañez, misionero javeriano filipino en el país. Y añade que en principio no van a poder ni celebrar las liturgias propias (novena de Navidad y misas) de la época ya que los fieles no podrán acudir a las iglesias.
Navidades en Sierra Leona coincide con el fin de la recogida de la cosecha de arroz, el alimento básico del país. Es tiempo de celebraciones tradicionales y la ocasión en la que los que viven fuera vuelven a sus aldeas de origen para llevar a cabo las ceremonias tradicionales de culto a los antepasados o para casarse y otras celebraciones, que debido al duro trabajo del campo y las privaciones de los meses anteriores se han ido posponiendo.
Por eso, el presidente Ernest Bai Koroma también ha pedido a los líderes tradicionales que se abstengan de llevar a cabo ese tipo de ceremonias para evitar las concentraciones de personas. La realidad es que en el país, a pesar de toda la ayuda internacional que está recibiendo, los casos de ébola siguen creciendo, sobre todo en el norte, distritos de Port Loko y Bombali, principalmente, contrariamente a lo que sucede en los otros dos países afectados por la epidemia: Guinea y Liberia.
A mediados de diciembre, en Sierra Leona se habían registrado más de 8.000 casos, de los cuales, alrededor de 1.900 habían resultado en muertes.
Una noticia que crea mucho desasiego es que de los fallecidos en los tres países, el 75 % son mujeres, según The Independent. La razón de este dato, explican, se debe a que las mujeres son las encargadas de cuidar a los enfermos y a los moribundos y también suelen ser ellas las que lavan los cadáveres antes de los entierros tradicionales. Por eso, están mucho más expuestas al contagio que los hombres. Una vez más, ellas son las principales víctimas de una tragedia.
A pesar de que tantas personas sigan sufriendo está epidemia, sobre todo en Guinea, Sierra Leona y Liberia, las noticias sobre la enfermedad prácticamente han desaparecido de los medios de comunicación occidentales.
Sin embargo, en las últimas semanas, la prensa económica internacional sí que parece estar preocupada por el ébola y habla de la enfermedad. La razón es muy clara: el peligro que supone esta epidemia para la producción de diamantes y otros productos de la minería en la zona.
El pasado 11 de diciembre se conocía que un equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) había encontrado gran número de cadáveres de personas fallecidas a causa del ébola en una remota zona de la región de Kono, Sierra Leona, donde se concentran la mayoría de las minas de diamantes del país. Inmediatamente, la organización envió equipos de refuerzo para enterrar de forma segura a los fallecidos y tomar las medidas necesarias para prevenir la propagación de la enfermedad. Por su parte, el gobierno sierraleonés ha decretado el aislamiento de la región impidiendo la entrada y salida de personas y mercancías de la misma.
En la actualidad, Kono tiene problemas de suministro de carburante, por ejemplo, y de tantas otras mercancías y muchas de las minas de diamantes han visto afectada su producción, al detectarse que diversos trabajadores de las principales minas de la región habían sido infectados por la enfermedad. Tanto es así que según Bloomberg, este año no se alcanzará el objetivo de quilates de diamantes establecido para la región. Se prevén que la producción será de, al menos, un 20% menos de lo que se esperaba.
La guerra de Sierra Leona (1991-2002) se centró en el control de las minas de diamantes del país, sin embargo, con la llegada de la paz, se descubrió que la gran riqueza de Sierra Leona no eran esas piedras preciosas sino las minas de hierro de Marampa, en Lunsar, en el centro del país. Pero a lo largo de este año el precio de este mineral se ha desplomado. Las compañías londinenses Africa Minerals LTD y London Mining PLc, las dos principales compañías que extraían el hierro han tenido que cerrar sus minas, primero por el gran número de trabajadores de las mismas afectados por el ébola y posteriormente por problemas económicos derivados del desplome de los precios del hierro. Entre las dos eran responsables del 16 % del Producto Interior Bruto (PIB) de Sierra Leona, hasta el pasado mes de octubre. Este hecho volvía a hacer de los diamantes la gran oportunidad económica del país, esperanza que ante las últimas noticas se ve frustrada.
El principal cliente de los diamantes sierraleoneses, Tiffany & Co., ha mostrado su preocupación. En 2001, la empresa prestó a la principal compañía extractora de las gemas en Sierra Leona, Octea Ltd., 50 millones de dólares a cambio de una producción de entre 550.000 y 600.000 quilates de diamante anuales. Ahora difícilmente se conseguirá ese objetivo, lo que supondrá una nueva mala noticia para la economía del país y posiblemente traiga serios problemas a la empresa poniendo en peligro su continuidad.
Los problemas económicos que representan estos contrapiés para el país repercutirán en la vida de los ciudadanos al disminuir los ingresos del estado y por tanto serle cada vez más difícil a este financiar la sanidad, la educación o cualquier otro servicio público, poniendo así en peligro los logros alcanzados en los últimos años en estos sectores.
Es así como esta epidemia de ébola no solo se está llevando cientos de vidas por delante sino también las esperanzas de estos países de salir de su eterna pobreza.
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