_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Abuso

Es lo que tiene la opacidad, porque si no se sabe nada de quienes roban por arriba, ¿por qué van a dar pistas los que roban por abajo?

Almudena Grandes

En Madrid llovía a cántaros y la organización había vendido más de 15.000 entradas. En éstas, que no eran baratas, no constaba advertencia de seguridad alguna, así que la mayoría de los asistentes acudieron con sus paraguas. Los porteros les advertían que no podían entrar con ellos y les sugerían que los dejaran en la consigna, una pequeña carpa instalada bajo la lluvia, sin distintivo ni identificación de ninguna clase. Allí, dos personas recogían los paraguas de 15.000 y, además, cobraban dos euros por cada uno. Delante de mí, una pareja unió los suyos con una cinta para que ocuparan una sola percha y les dijeron que tenían que pagar cuatro euros igual. Entonces me acerqué y les pregunté quiénes eran. No quisieron decírmelo. Insistí en que, si prestaban un servicio público, no podían negarse a decirme quiénes eran, y me dijeron que iban a llamar al encargado. El encargado no vino y la gente siguió pagando. ¿A quién? No conseguí saberlo. El Palacio de los Deportes es propiedad de la Comunidad de Madrid, y su Gobierno el responsable último de no proporcionar una alternativa gratuita a los ciudadanos perjudicados por una medida de seguridad no anunciada. Pagar en estas condiciones es propio de una república bananera, pero es lo que tiene la corrupción, porque si roban los de arriba, ¿por qué no van a robar los de abajo? Y es lo que tiene la opacidad, porque si no se sabe nada de quienes roban por arriba, ¿por qué van a dar pistas los que roban por abajo? Esto ocurría en la misma semana en la que se abrió el portal de transparencia del Gobierno y Rajoy dio la crisis por terminada. Al final, la gente tiraba sus paraguas a los contenedores con tal de no pagar. Su rabia me pareció digna de mejores causas. Ojalá lo sea pronto.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Almudena Grandes
Madrid 1960-2021. Escritora y columnista, publicó su primera novela en 1989. Desde entonces, mantuvo el contacto con los lectores a través de los libros y sus columnas de opinión. En 2018 recibió el Premio Nacional de Narrativa.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_