Un invierno con carácter
Desde gabanes minimalistas confeccionados en lana a parkas con una gran capucha y una clara inspiración militar. Actores, modelos y personajes anónimos se dejan seducir y arropar por las prendas más versátiles de la temporada.
Alberto Ammann. Actor
El actor Alberto Ammann (Córdoba, Argentina, 1978) se ha metido en la piel de un periodista de policiales (en España se le llamaría de sucesos, pero no así en su Argentina natal) en su último papel, en la película Betibú, estrenada a mediados de septiembre. “La profesión de periodista la admiro mucho. Tanto mi padre como mi madre lo fueron. Me gustó mucho entrevistarme con reporteros jóvenes y con algunos de la vieja escuela. Mi personaje, Mariano Sarabia, es un pibe muy afín a las nuevas tecnologías que tiene el concepto de que con Internet todo se soluciona, que lo que hay fuera básicamente no existe. Algo que es una falsa creencia: para determinadas profesiones el contacto con la realidad debe darse a través de las relaciones con las personas, no a través de un ordenador y de un mundo virtual”. Para el Ammann actor no existe un arquetipo de personaje que le guste más: “Estoy más a la expectativa de los papeles que me llegan. Cuando tengo uno sobre la mesa lo que deseo es que me sorprenda, que diga qué bueno, qué rico, qué complejo”.
Sebastian Savue. Modelo
A sus 27 años, el modelo estadounidense Sebastian Savue (Waterford, Michigan, EE UU, 1987) acaba de completar su octava Madrid Fashion Week consecutiva. “La industria de la pasarela nunca me había interesado especialmente. Era de esas personas que compraba un par de zapatos al año y, cuando se rompían, compraba otros. Sabía que era un sector muy grande y que había muchísimo dinero, pero nada más. Mi vida cambió el día que un tipo se acercó a mí en un aeropuerto y me dijo ‘eh, ¡tú podrías desfilar!”, explica divertido Savue, que suelta un “¡aléjate de mí tío!” para recordar lo que le dijo a aquel ojeador que le descubrió. Entonces combinaba sus estudios universitarios (Administración de Empresas, Marketing y Social Media) con un trabajo en un establecimiento de comida rápida en Inglaterra (Nando’s, dedicado al pollo). Después lo dejó, cuando empezó a ganar dinero. “No voy a mentirte, trabajar en una cocina es muchísimo más duro que en la moda, aunque esto también da mucho trabajo, muchos viajes”.
Carlos Bardem. Actor
Suele hacer de “malote”, de “tipo fuerte”, reconoce el actor Carlos Bardem (Madrid, España, 1963). En su última película, Escobar, paradise lost, interpreta a Drago: “Es un trasunto de Popeye, aquel gran sicario del narcotraficante Pablo Escobar” (interpretado por Benicio del Toro, premio Donostia en el pasado Festival de Cine de San Sebastián, donde se presentó la película). “Soy muy antietiquetas en el cine. Pero me gustan las películas que me atrapan, que me tienen pendiente de lo que pasa en la pantalla. Me gusta el cine que cuenta cosas, que interpreta la realidad, que hace una diferencia, que plantea preguntas del mundo en el que vivimos. Pienso que la función del arte y de la cultura es proponer reflexiones, mover a la gente por dentro, tocar su corazón y su cerebro, promover los debates y las ideas. Por el contrario, los filmes de puro entretenimiento son eso, entretenimiento: sales de la sala y ya no recuerdas nada”. Bardem, si se tiene que quedar con una personalidad del cine, lo tiene claro: “Adoro a John Ford”.
Eivind Holmboe. Publicista
Ha rodado unos 250 anuncios: de coches, de telefonía móvil, de bebidas, de banca. De todo. El publicista Eivind Holmboe (Noruega, 1972), también conocido como Salmon, asegura que el estrés en su profesión es “muy muy heavy”: “Porque nunca paras y porque tus expectativas y las de los demás siempre suben. Así que en cierto modo antes era más fácil, ya que era joven, cualquier cosa era nueva y divertida…”. Su próximo objetivo es dar el salto al cine, un paso para el que asegura estar preparado. “Lo que más me gusta de mi trabajo es poder decidirlo todo. No me gusta tener jefes. La publicidad para mí es la posibilidad de poder pintar con muchos pinceles diferentes. Tengo la suerte de contar en un anuncio con 80 personas a mi servicio. Eso es un lujo”, relata. Cuando no trabaja, su vida transcurre a medio camino entre los inviernos en Chamonix (“me encanta el esquí y la montaña”) y los veranos en Ibiza, donde tiene una casa y vive con su familia (en España lleva residiendo más de una década).
Rhys Pickering. Modelo
A sus 19 años, el inglés Rhys Pickering (Middlesbrough, Reino Unido, 1995) es uno de los rostros más novedosos del panorama de la moda. De hecho, la pasada Fashion Week Madrid fue la primera para él, en una carrera que aún no ha cumplido ni siquiera un año. “Me gusta, creo que es muy divertido. Hay trabajos que no lo son, pero en general sí es muy interesante. Conozco gente muy agradable y me encanta viajar”, resume. Su nueva vida comenzó, según cuenta, en una fiesta: “Había alguien que conocía a alguien que conocía a otra persona… que conocía al que es hoy mi agente. Fue una coincidencia muy extraña. Me descubrieron, no fui yo quien trató de entrar en la industria de la moda”, dice. Estudiante universitario en Utrecht (Holanda), donde cursa Comunicación, asegura que nunca en su vida se compró ropa cara. “Me gusta ir guapo y siempre me he comprado prendas que me sientan bien. Pero nunca me interesaron los desfiles ni nada parecido. Sin embargo, ahora conozco más y me divierte mucho este mundo”.
Diego Osorio. Gestor
Diego Osorio (Madrid, 1984), hijo del fallecido marqués de los Balbases y conde de la Corzana, un it boy a la española según lo definen unánimemente las crónicas de vida social, trabaja en gestión de patrimonios, un lugar en el que ve cosas “muy dispares”, ya que por sus manos pasan muchas propiedades de la gente. “Soy de los que cree que en las crisis se hacen las grandes fortunas. Siempre ha sido así, nos guste o no. La gente que tiene mucho dinero, que no digo que sea el caso de los clientes que yo tengo, siempre gana mucho más durante las crisis. Porque si tú tienes liquidez ya tienes algo que los demás no tienen. Creo de todas formas que la crisis en España afortunadamente empieza a ver despuntes”. En cuanto a su vida personal y el interés de los medios del corazón por él, asegura que se siente “respetado”. “Se meten hasta donde quieras que se metan. Aunque a veces dicen cosas… como el otro día, que salí con mi hermana y dijeron que era mi nueva novia”, asegura. “¿Qué voy a hacer? Pensé, ah bueno, qué interesante. Pero no salgo y digo que se equivocan”.
Liam Aldous. Periodista
El corresponsal de la revista Monocle en España, Liam Aldous (Adelaida, Australia, 1983), tiene además otras ocupaciones: colaborador en la Cadena SER en Antes de que sea tarde; profesor de periodismo económico en la Universidad Europea de Madrid; colaborador de una agencia de turismo cooperativo, e incluso profesor de inglés particular. Pero si por algo se le ha conocido a este australiano, que se enamoró de España y de su estilo de vida hace ocho años, fue por su corta aparición en El Intermedio, en La Sexta, la pasada temporada. “El poder de la televisión es indiscutible, pero también tiene sus pros y sus contras. Solo me planteo hacer televisión si el proyecto me mola, como era El Intermedio. No me gustan los programas del corazón y no quiero hacer cualquier cosa solo por ser famoso. Me gusta ser anónimo”, asegura. Aldous ve en Monocle el trabajo de su vida: “Es un sueño cumplido. No tengo oficina, siempre conozco lugares y personas interesantes, y nos centramos generalmente en cosas que van bien, por lo que es muy agradable”.
Luis Medina. Empresario
Luis Medina (Madrid, España, 1980), conde de San Martín de Hoyos, hijo de Naty Abascal y el duque de Feria, abrió en 2007 un despacho de comunicación de moda, un mundo que le apasiona: “Llevamos sobre todo marcas de mujer. Hacemos ventas, distribuimos, asesoramos a firmas que están empezando, realizamos creatividades… Tenemos desde clientes como Oscar de la Renta, que nos limitan el trabajo a ceder vestidos a ciertas actrices y modelos, hasta marcas más pequeñas donde eres parte de su equipo, donde estás envuelto en los procesos de creación, donde les asesoras en materiales, fábricas…”. Según cuenta, el mundo de la moda tiene una altísima profesionalización: “Ya no ves a aquel dependiente que se convirtió en ejecutivo, sino a personas muy preparadas que a lo mejor vienen de la banca: porque al final los directivos gestionan unos recursos, con un presupuesto y con unos objetivos. Hay marcas que incluso cotizan y que están obligadas a tener un porcentaje de beneficios, no como otras más familiares que se conforman con llegar a fin de mes y pagar los sueldos”.
Realización: Juan Cebrián
Maquillaje y peluquería: Karim Belghiram (Kasteel Agent) para Moroccanoil.
Asistente de estilismo: María Vernetta.
Asistentes de fotografía: Sergi Hernández y Amets Iriondo.
Técnico digital: Jordi Nubiola.
Producción: Gianfranco Meza & Co.
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