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ENTREVISTA | GINA CASAR

“Reducir la brecha entre ricos y pobres tiene que ser prioritario”

La secretaria adjunta de la ONU afirma que habrá un objetivo contra la desigualdad

Alejandra Agudo
La mexicana Gina Casar ha presentado el informe del Índice de Desarrollo Humano en Madrid.
La mexicana Gina Casar ha presentado el informe del Índice de Desarrollo Humano en Madrid.JULIAN ROJAS

La mexicana María Eugenia (Gina) Casar es también española. "Tengo doble nacionalidad", señala. Desde el pasado 1 de junio tiene, además, una doble función en el entramado de las Naciones Unidas después de que el Secretario General, Ban Ki Moon, la nombrara Secretaria Adjunta de la ONU y Administradora Asociada del Programa para el Desarrollo (PNUD). Sucede en estos títulos a la costarricense Rebeca Grynspan en un año decisivo —"emocionante", dice ella— para el organismo internacional, inmerso en la recta final de elaboración de una nueva agenda de desarrollo para las próximas décadas en sustitución de los Objetivos del Milenio cuyo horizonte temporal termina en 2015.

"Para la Asamblea General del año que viene ya anunciaremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible", afirma sentada con gesto relajado en un sofá de la Agencia Española de Cooperación, donde ha venido a firmar los proyectos que serán financiados por el Fondo español para el logro de los ODM. Durante la conversación, alguien escribirá mensajes desde su cuenta de Twitter. "A veces la gestiono yo y otras no. Mientras doy charlas o conferencias, lo hacen por mí", confiesa mientras se le escapa una risa culpable.

No pierde la sonrisa que ha quedado sellada en su gesto hasta entonces serio, cuando asegura que la actividad en redes sociales, entre otras, es fundamental para difundir información relacionada con el desarrollo. En su opinión, la cooperación, así como la labor del PNUD o la propia ONU son desconocidos por la mayoría de las personas. "Falta estrategia de comunicación. Para mí, los Objetivos de Desarrollo Sostenible [lo dice en inglés] son el pan de cada día, pero cuando regreso a México y platico con gente, no saben qué son", lamenta.

Pregunta. Falta poco más de un año para que digamos adiós a los ocho Objetivos del Milenio y haya una nueva agenda desarrollo mundial con nuevos retos. ¿En qué punto está la elaboración de la misma?

Respuesta. El grupo abierto presentó ya una propuesta de 17 objetivos y hay informes del panel de expertos formado por personas destacadas dentro del mundo del desarrollo. A partir de estos documentos, el Secretario General presentará a finales de noviembre una síntesis en la que expresará la perspectiva de Naciones Unidas. Después se abre un proceso de negociación intergubernamental a cargo de los países miembros, que son los que están liderando el proceso. Esto es muy importante.

P. Usted ha sucedido en el cargo de secretaria adjunta a Rebeca Grynspan, quien impulsó la inclusión de las cuestiones de género en las iniciativas y agencias de la ONU. ¿Continuará usted con este legado para que sea un tema central de la nueva agenda?

R. Totalmente. Creo que reducir la desigualdad de género tiene que ser un objetivo particular y a la vez trasversal, que afecte a todos los demás. Si nada más es un objetivo creo que los esfuerzos no tendrán el impacto que deben tener. Las mujeres son un colectivo muy vulnerable entre los vulnerables, lo vemos en los informes. Creo que todavía hay mucho que hacer y, aunque en el PNUD ya introducimos criterios de género en todos nuestros programas, vamos a promover que se haga más.

Las mujeres son un colectivo muy vulnerable. Creo que todavía hay mucho que hacer para reducir la desigualdad de género

P. Cuáles serán este y los demás objetivos de desarrollo sostenible, se definirá tras las negociaciones entre los países. ¿Se corre el riesgo de que resulte una agenda imprecisa para contentar a todos?

R. Los procesos intergubernamentales en Naciones Unidas, con 194 estados miembros, son complicados. Pero el grupo abierto, con los representantes de Hungría y Kenia a la cabeza, ha elaborado una propuesta de 17 objetivos, teniendo en cuenta las cuestiones que los gobiernos han manifestado que consideran importantes. Pueden parecer muchos y el Secretario General cree que se podría hacer algo para reducir el número, pero lo importante es que se está realizando un trabajo muy serio. Por mi parte, creo que un tema que va a estar complicado es el de la financiación de la agenda. En cualquier caso, si la ambición es que la agenda Post-2015 sea universal, es necesario que incluir a los gobiernos en la toma de decisiones para que, una vez aprobada, se apropien de ella. La ONU tendrá, eso sí, un papel fundamental en la implementación y monitorio de los objetivos.

P. Si la agenda va a ser para todos, ¿cree que los países desarrollados aceptarán objetivos como la lucha contra la desigualdad, un problema que también les afecta?

R. Creo que el elemento de universalidad es el que hace a la agenda Post-2015 totalmente única y de un nivel de ambición muy alto. Es totalmente necesario que los ODS sean universales. Vemos en el Informe de Desarrollo Humano que países en la parte alta de la tabla caen hasta 20 posiciones cuando se les aplica el criterio de desigualdad. En este sentido, hay un dato que me tiene impresionada: 85 personas tienen la misma riqueza que 3.500 millones. Para mí, reducir esa brecha tiene que ser la principal meta.

P. ¿Habrá, entonces, un objetivo para luchar contra la desigualdad?

R. Por supuesto. Y, como la cuestión de género, también es un tema trasversal. En casi todas las metas se ha introducido el concepto ‘inclusivo’. En el fondo de los que se trata es de reducir la desigualdad.

P. ¿Se podría dar el caso, entonces, de que Barak Obama o Mariano Rajoy tuvieran que dar explicaciones de por qué ha aumentado la desigualdad en Estados Unidos y en España?

R. Sí. Como será una agenda universal, el tipo de reacción y el debate que se genere, va a ser muy diferente del que ha habido con los Objetivos del Milenio. Por ejemplo, porque países desarrollados tengan que dar explicaciones de su desigualdad.

Para poder implementar la agenda no basta con ayuda oficial

P. ¿Qué tendrían que hacer para reducirla?

Políticas económicas inclusivas. La clave es: hay que incluir.

P. Pero, para que unos suban…

R. Otros tienen que bajar.

P. ¿Esperan resistencia para fijar un objetivo contra la desigualdad de esos que tendrían que bajar, de los 85 más ricos del mundo que mencionaba?

R. Claro que va a haber resistencias. Por ejemplo, contra los planteamientos en políticas fiscales para conseguir esa inclusión de la que hablaba.

P. Seguimos hablando de dinero. Dice que la financiación de los ODS será uno de los temas complicados y ya en los últimos años se ha visto cómo los avances en desarrollo se han frenado ante la caída de ayudas internacionales ¿Cómo se va a resolver este asunto?

R. Se ha discutido mucho de la financiación de la agenda y de la eficacia de la cooperación. La conclusión es que no se trata solo de metas y recursos; se trata también de gobiernos y políticas públicas. Quiero decir, que para poder implementar la agenda no basta con ayuda oficial. O se implica todo el mundo o será imposible conseguir resultados. Eso incluye al sector privado, así como los gobiernos.

P. Pero esa exigencia de políticas acordes a la agenda de desarrollo podría interpretarse como injerencia en las decisiones nacionales o en la libertad de empresa.

R. Totalmente. Por eso pienso que la apropiación nacional de la agenda es fundamental, aunque los ODS no van a marcar cuáles deben ser las prioridades de un país.

P. Algunas de las propuestas que ya circulan, como aumentarla inversión en servicios sociales, son opuestas a lo que se predica desde organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial que hablan de contención del gasto público. ¿Cuál debe ser aquí la prioridad: cumplir los ODS o contentar al FMI?

El Informe del IDH nos dice que no creamos que todo va fenomenal

R. Creo que, precisamente, uno de los aspectos positivos del proceso de elaboración de los ODS es haber sentado en la mesa de discusión a todos los actores implicados en el desarrollo, incluidos el FMI y el Banco Mundial. Es buenísimo que tengamos la oportunidad de confrontar este tipo de visiones diferentes en el mundo y acercar posiciones. Y preguntarnos juntos qué pasa cuando ciertos organismos piden que se corte el gasto público y ver cuál es el efecto en tal o cual índice.

P. ¿Cuál es la principal lección que extrae del Informe de Desarrollo Humano que ha venido a presentar en España?

R. Que rebajamos la alegría y estamos preocupados porque hay que sostener el progreso humano. ¿Qué pasa en países donde hay crisis, no solo económicas y financieras, sino también naturales? Inmediatamente el desarrollo que se logra en un año, se revierte. Por eso, lo novedoso del informe es que dice: "no se crean que todo va fenomenal. Hay grupos vulnerables que lejos de experimentar mejoras han sufrido una marcha atrás en sus condiciones de vida".

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Sobre la firma

Alejandra Agudo
Reportera de EL PAÍS especializada en desarrollo sostenible (derechos de las mujeres y pobreza extrema), ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Miembro de la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras. Antes trabajó en la radio, revistas de información local, económica y el Tercer Sector. Licenciada en periodismo por la UCM

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