Vendidos por un plato de lentejas
Leo en la primera página del pasado lunes un titular: Merkel busca que España se una en su frente a favor de la austeridad y siento un escalofrío. Luego, tras leer la noticia completa, me asalta una sospecha que puede acabar con las esperanzas de una salida, a corto plazo, del pozo en que nos encontramos: Rajoy es capaz de vendernos a Merkel por un plato de lentejas. Las lentejas serían asegurar, a dos compañeros de partido, buenos puestos en la dirección europea; a Arias Cañete en una comisaría económica importante y a Luis de Guindos como presidente del Eurogrupo.
La presidenta alemana se va tan contenta, ya ha conseguido lo que pretendía. El problemón se queda para nosotros: nuevos recortes en los pocos servicios sociales que nos quedan —me imagino— y una nueva bajada de salarios, cuando ya no es suficiente el tener un trabajo para poder salir de la pobreza. Más le valdría al presidente Rajoy dejar su actitud de seguidismo de la política económica que le interesa a Alemania y tanto nos perjudica a nosotros, y buscar trabajo a los millones de españoles que no lo tienen.— Pepa Martínez Nieto.
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