No es por fastidiar
Imaginemos esta noticia: “El alcalde de Vitoria, ordena sacar de las piscinas a las monjitas que lleven puestos sus hábitos”. Todos entenderíamos al alcalde. En la piscina se mete uno con ropa de baño. Punto.
La noticia real es la siguiente: El alcalde de Vitoria ordena “sacar de las piscinas” a quien se bañe con velo. Por lo que inmediatamente el portavoz de la mezquita de esa comunidad islámica ha dicho: “Con esas decisiones hacen daño a la comunidad musulmana”.
¿No quieren entender, estos ciudadanos, lo que es evidente para todos los demás? En España, al inicio de la dictadura, en muchos restaurantes y casas de comidas los viernes desaparecían de la carta los platos que llevaban carne. Por eso, en cuanto pudimos disfrutar de la democracia, nos dotamos de leyes que nos permitiesen la libertad de culto, pero a su vez que protegiesen a los no creyentes del culto ajeno. Esta comunidad debe entender que existen una serie de normas y leyes que “todos” tenemos que cumplir.
Deben entender también que no lo hacemos por fastidiar, es que somos así, amamos la libertad y sobre todo la de pensamiento.— José María Lorente Hernandis.
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