Señales de vida
La recuperación puede afianzarse este año si se confirman los indicios de aumento del crédito
La estadística empieza a mostrar indicios de una reanimación del crédito que, de confirmarse en los próximos trimestres, constituiría una base firme para afianzar el todavía débil crecimiento económico español. El aumento de las hipotecas en marzo (un 2% sobre el mismo mes del año pasado, notable después de seis años de caídas) es uno de esos indicios, aunque debe matizarse que el crédito hipotecario en los primeros meses de 2013 se situó bajo mínimos por el adelanto de la compra de viviendas a finales de 2012 debido a causas fiscales. Pero el Banco de España detecta además una mejora en las expectativas de crédito, basada en una percepción adelantada de la economía más optimista y en el consumo de bienes duraderos.
La recuperación económica debe sostenerse en el consumo privado y en la inversión; por tanto, la esperanza de que el crédito repunte en 2014 es la mejor noticia que podría darse en beneficio de una recuperación sólida. El Banco de España confirma que los créditos inferiores a un millón de euros han subido el 7,5% durante el primer trimestre respecto al mismo periodo del año pasado, lo cual sugiere también que crece el flujo de préstamos a las pymes.
Editoriales anteriores
Y ya es hora de que el crédito se reanime, porque la aportación exterior al crecimiento empieza a mostrar signos de fatiga. Según la Contabilidad Nacional difundida ayer, el crecimiento trimestral fue del 0,4%, pero la composición interna de ese crecimiento es poco sólida. El sector exterior ha perdido impulso, lastrado por el aumento de las importaciones y el descenso de las exportaciones, un efecto esperado de la fortaleza del euro. Así pues, es la demanda interna la que ha soportado el PIB trimestral (el mayor desde 2008), pero no está claro que pueda mantenerse durante los próximos trimestres.
Porque la mejora de la demanda se produce por un aumento excepcional del gasto público (4,4%). Tan excepcional que, objetivamente, sólo puede explicarse como un efecto del hundimiento artificial del gasto en el último trimestre de 2013, inducido para cumplir con el objetivo del déficit. El gasto sin contabilizar se habría trasladado al primer trimestre de 2014 y causado, como efecto secundario, una tasa de crecimiento de excepción. Como no es probable que el gasto público mantenga ese ritmo, sería deseable que se confirmara la recuperación del crédito y crecieran el consumo y la inversión. Si no lo hacen, el crecimiento previsto del 1,2% en 2014 está en el aire.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.