Alegría en la calle de Serrano
Quizás algo de verdad hay en las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Sáenz de Santamaría, cuando afirma que se ve “alegría por las calles”. La explicación es bastante sencilla: no creo que esta señora transite calles de barrios madrileños que no sean exclusivos y, por tanto, esa afirmación es muy poco objetiva. Para ser justa nuestra vicepresidenta tendría que darse una vuelta por algunos barrios humildes de la capital. Es entonces cuando comprobaría la auténtica realidad: comercios cerrados, bares vacíos, gente pidiendo en las calles y otros efectos nada alegres.
Desde luego, hay motivos para que los barrios exclusivos de la capital estén cada vez más alegres, puesto que esta crisis se ceba con los más débiles. Según algunas fuentes, los ricos españoles son cada vez más ricos desde que empezó la crisis. En las tiendas de lujo de la calle de Serrano se han incrementado las ventas un 30% en los últimos años.
Ésa es la alegría que ven los privilegiados ciudadanos como Soraya Sáenz de Santamaría, que no pueden ver la realidad de las calles desde su burbuja de cristal e hipocresía.— Cayetano Ros Sánchez.
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