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Todo el valor de un “sí, quiero”

La actriz Jodie Foster siempre ha sido celosa de su intimidad. Incluso declaró su homosexualidad de forma ambigua en unos Globos de Oro Pero sí ha confirmado su boda con Alexandra Hedison. Y no es el único enlace gay hecho público los últimos meses El deseo en Hollywood: que estas uniones dejen de llamar la atención

Jodie Foster y Alexandra Hedison paseando por Beverly Hills el pasado mes de octubre.
Jodie Foster y Alexandra Hedison paseando por Beverly Hills el pasado mes de octubre.CORDON

Sobre Jodie Foster han corrido ríos de tinta. Delante de las cámaras desde que tenía tres años, su participación en clásicos como Taxi driver, Acusados o El silencio de los corderosla convirtió en objeto de la fascinación de Hollywood hasta llegar a una obsesión que la situó en el centro de un intento fallido de magnicidio. Por eso es fácil comprender su exceso de celo a la hora de defender su intimidad y ese secreto a voces que hablaba de su homosexualidad mucho antes de que la actriz lo reconociera en público. Incluso su salida del armario en la ceremonia de los Globos de Oro de 2013 dejó a muchos insatisfechos por su ambigüedad, sin citar ni una vez en su discurso la palabra lesbiana o gay.

De ahí que su boda el pasado fin de semana suene a música celestial en la lucha de Hollywood contra la discriminación sexual y por la defensa de las parejas homosexuales. ‘Una noticia maravillosa’, tituló la revista Advocate, dirigida a la comunidad gay, como celebración de las nupcias entre Foster y su novia, la fotógrafa Alexandra Hedison. La satisfacción de una publicación que siempre tuvo sus más y sus menos con Foster. Por su silencio y por su amistad con el declarado homófobo Mel Gibson. Un “por fin” con el que espera el principio de una nueva era, precisamente por la normalidad del evento. Una de las grandes actrices, musa de los setenta y aún en la pantalla a sus 51 años, se ha casado. Y da igual con quién.

No se sabe más de su enlace. La portavoz de la actriz solo confirmó su matrimonio en California, uno de los 17 Estados de EE UU donde las bodas entre personas del mismo sexo son legales. Según la prensa, Foster y Hedison se conocían desde hace menos de un año, y hay quien notó allá por marzo que la pareja llevaba anillos de compromiso. De Hedison, también actriz en la serie L, se sabía que fue pareja de Ellen DeGeneres tres años, una relación que concluyó en 2004. Y de la vida sentimental de Foster hay poco más que contar. Mantuvo una relación durante dos décadas con la productora Cydney Bernard, con quien tuvo dos hijos y a quien describió como “uno de los amores más profundos” de su vida una de las pocas veces en que la actriz puso rostro al lado más privado de su corazón. Un amor que concluyó en 2008 propiciando esa broma con la que evitó decir “soy lesbiana” en su discurso de aceptación sexual para decir eso de “soy soltera” ante la risa nerviosa de los asistentes a los Globos de Oro.

Otras parejas gais de Hollywood han pasado por el altar este año. El modisto Tom Ford y Richard Buckley se casaron en abril tras 27 años como pareja y un hijo en común, una situación parecida a la de la actriz Lily Tomlin y Jane Wagner, que aprovecharon la Nochevieja y la legislación californiana para pronunciar el “sí, quiero” tras 42 años juntas. Elton John y David Furnish han anunciado boda para mayo en Londres en una ceremonia privada. Y así lo hicieron en agosto de 2008 Portia di Rossi y DeGeneres, en un acto al que asistieron las madres de las novias y poco más de una docena de asistentes. El enlace de Foster coincide también con la confesión de Matt Bomer, protagonista de la serie Ladrón de guante blanco y galán de la televisión, a la revista Details de que lleva casado desde 2011 con el publicista Simon Halls, con quien tiene tres hijos. Un secreto que se calló al salir del armario en 2012.

¿Una nueva ola en Hollywood de bodas entre personas del mismo sexo? Ese es el deseo, aunque solo sea para que estas celebraciones sean tan normales que nadie les preste atención. Si Advocate criticó en su día la salida del armario de Foster fue porque la defensa de su intimidad rayó lo que recientemente Ellen Page, al hablar de su homosexualidad, describía como “mentir por omisión”. “Lo que Foster dio a entender es que, como figura pública, las opciones son limitadas: o seguir en el armario (…) o contar los detalles más sórdidos de tu vida”, decía el director de la publicación en una carta abierta publicada entonces. “Y Jodie Foster es tan inteligente, tan capaz, alguien que se merece todo nuestro respeto como actriz, como directora, como feminista, que no puedo evitar el deseo de quererla oír decir ‘soy lesbiana y no hay nada malo ni de lo que sentir vergüenza”. Eso es lo que ahora resume un simple “sí, quiero”, sin más polémica ni publicidad. Un gesto que es lo que se necesita de las figuras públicas en la lucha por la igualdad sexual.

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