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El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cazadores de plagios

Martin Heidingsfelder acusa al ministro alemán de Cooperación y Desarrollo de haber copiado hace 25 años su tesis doctoral

MARCOS BALFAGÓN

Apropiarse de los méritos de otro no está nada bien visto en el mundo académico y aunque el desliz se haya cometido hace tiempo, su revelación suele tener en Alemania graves consecuencias. El cazador de plagios Martin Heidingsfelder ha vuelto a escena para acusar, esta vez al ministro alemán de Cooperación y Desarrollo, el socialcristiano Gerd Müller, de haber cometido plagio hace 25 años en la redacción de su tesis doctoral. El trabajo versaba sobre la Junge Union, la agrupación juvenil de la CSU de Baviera y la hizo justo cuando él la presidía.

De momento, la acusación ha dado pie a que la universidad de Ratisbona abra una investigación. Aunque parece que el plagio fue de menor alcance que el de otros ministros que tuvieron que dimitir por ello, nadie descarta que al final el caso pueda provocar una pequeña tormenta en el apacible Gobierno de coalición que preside Angela Merkel. Si la investigación de la universidad ratifica las acusaciones de Heidingsfelder, el ministro podría verse obligado a dimitir siguiendo los pasos de ilustres predecesores acusados también de plagio.

En marzo de 2011 la evidencia de que había copiado parte de su tesis doctoral provocó la dimisión del ministro de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg. Tenía 39 años y era el ministro más valorado, con un 70% de apoyo en las encuestas. Era considerado la estrella ascendente del Gobierno, pero el plagio es un atentado contra la meritocracia y el desliz dañó irreparablemente su carrera.

Los programas informáticos que permiten descubrir textos idénticos han dado grandes satisfacciones a los cazadores de plagios como Heidingsfelder. En 2013 se cobraron otra pieza importante: la ministra de Educación, Annette Schavan, correligionaria y amiga de Merkel.

Cazaron también en plagio doctoral a Veronica Sass, hija del que fue jefe del Gobierno de Baviera Edmund Stoiber; y a Silvana Koch-Mehrin, estrella del partido liberal. Robar ideas está muy castigado socialmente en Alemania. Aquí en cambio, los juzgados están llenos de causas con imputados, no ya por robar ideas, sino dinero público, que no se sienten para nada señalados con el dedo ni impelidos a dimitir.

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