_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Secuestro y chantaje

La UE debe acelerar el gasoducto entre Francia y España para responder la amenaza de Putin

Vladímir Putin despliega una triple estrategia sobre Ucrania: la conquista y dominio militar de Crimea; la subversión en sus provincias orientales; la amenaza de interrupción del suministro de gas que ya ensayó años atrás, extensible a los países de la Unión Europea (UE), para los que Ucrania es pasillo de tránsito. Las tres actuaciones se suceden y/o solapan según le convenga. La Rusia de Putin aporta poco al mundo global: la extracción de hidrocarburos, un mercado de consumo, algunos turistas... Pero no ofrece ninguna empresa competitiva de nuevo cuño (como India o China); ninguna seducción cultural pese a su potencial (como Brasil); ninguna iniciativa diplomática, salvo el fiasco de Siria. Es, de los emergentes, el que menos contribuye al bienestar global.

Para cambiar eso y para frenar a Putin, los europeos, y en general el mundo occidental, han optado sensatamente por responderle con una gradación de medidas, también en un triple ámbito. Uno, la firmeza diplomática, con la exclusión de Moscú del G-8, la imposición de sanciones a oligarcas próximos al Kremlin, amén de la negativa a la venta de material militar protagonizada por Alemania. Para ser creíble, esa firmeza —el lenguaje que mejor entiende la autocracia rusa— debe incrementarse con nuevas medidas, sin abocarla tampoco a una ruptura irreparable de relaciones. Dos, la vigilancia militar a cargo de la OTAN, mediante ejercicios en zonas vecinas y otras presiones. Y tres, una auténtica estrategia energética.

La UE es demasiado dependiente del gas ruso, que cubre casi un tercio de su demanda y el 100% de las de los socios bálticos. Putin aprovecha esta situación de secuestro objetivo para ejercer sus chantajes, escudándose en la deuda acumulada de Kiev, por unos 1.500 millones de euros. Y como no es la primera vez, lo más urgente ahora es reducir esa dependencia. Esto es, diversificar las fuentes, aun a pesar de que la cercanía, abundancia y fácil transporte del gas ruso lo hagan más barato. Si quiere respeto, seguridad de suministro y precios sostenidos (la agresiva empresa rusa Gazprom está aprovechando la inestabilidad creada por su patrón para subir precios a los ucranios), debe primar la acción política sobre los inmediatos intereses económico-comerciales con Rusia.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Editoriales anteriores

La última cumbre de los Veintiocho esbozó una respuesta adecuada. Hay que acelerarla, aunque algunos resultados solo lleguen a largo plazo, incrementando los contratos con países terceros (de Noruega a Nigeria, pasando por EE UU); aumentando las exploraciones internas; y conectando mejor con la oferta mediterránea, la libia, la argelina, la que pueda transitar por Turquía. España es a estos efectos un país estratégico. El gasoducto francés debe llegar ya al Pirineo catalán, en beneficio de Francia, pero también de Alemania y los demás socios del club europeo. Solo así Putin reducirá sus bravatas. Entenderá que el cliente del que depende una cuarta parte de sus ingresos fiscales puede comprar mucho más a otros proveedores.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_