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Se vende al contado la mansión más cara de Los Ángeles

Un misterioso magnate adquiere por 74 millones un palacete de 12 dormitorios y 15 baños La antigua dueña es una exmodelo sueca que la construyó tras casarse con un multimillonario

El palacio Flor de lis, en los Ángeles, antigua propiedad de Suzanne Saperstein.
El palacio Flor de lis, en los Ángeles, antigua propiedad de Suzanne Saperstein.

¿Qué son 74 millones de euros cuando uno los puede pagar al contado? Es el precio alcanzado por la mansión conocida como Flor de Lis, que se yergue majestuosa en el condado de Los Ángeles y por la que tres multimillonarios se han tirado los trastos a la cabeza los últimos diez días. La adquisición de la mansión, que está inspirada en el palacete francés Vaux-le-Vicomte a las afueras de París y que tiene un aire de pequeño Versalles, se convierte así en la venta inmobiliaria más costosa del condado de Los Ángeles y su nuevo dueño, en uno de los nombres más buscados por la prensa local, tras haber decidido mantener su identidad en el anonimato.

Todo lo contrario a la que hasta ahora era su dueña, Suzanne Saperstein, exmodelo, exesquiadora de competición y, sobre todo, parte de la beautiful people gracias a su matrimonio y posterior divorcio con el multimillonario tejano David Saperstein, que le dio el dinero y el apellido a esta mujer nacida en Suecia. A su lado se dio el gustazo de construir una mansión de 4.000 metros cuadrados, 12 dormitorios y 15 cuartos de baño, además de un salón de baile en el que caben 500 personas, dos bibliotecas, una sala de cine propia y un total de cuatro hectáreas de terreno en las colinas Holmby, donde acoger todo tipo de actividad de esparcimiento: hay canchas de tenis, piscina, spa completo y jardines del tamaño de un campo de fútbol.

La exmodelo sueca Suzanne Saperstein, antigua dueña del palacete.
La exmodelo sueca Suzanne Saperstein, antigua dueña del palacete.CORDON PRESS

Además, el palacete tiene una cocina comercial, una habitación solo dedicada a la cubertería, cristalería y vajilla y una bodega más grande que cualquier vivienda media estadounidense. Demás está decir que se trata de una obra faraónicamente ostentosa, además de costosa, que tras cerca de 11 años de planificación y construcción quedó terminada en 2002. En 2005, Saperstein recibió los papeles de divorcio tras 21 años de matrimonio. Su marido se había enamorado de otra sueca rubia y alta, pero de 32 años.

La mansión fue puesta a la venta en 2007 por 90,6 millones de euros, una cifra muy superior a la alcanzada en la actualidad, pese a la pugna de magnates. Su venta incluye además muchos de sus enseres, un mobiliario tan ostentoso y estrambótico como la casa, y del que el público tuvo una muestra durante la subasta que organizó Sotheby’s hace un par de años y que superó los 5,8 millones de euros. El palacete también fue visto en algunas producciones de Hollywood como la serie Big Shots o, más recientemente, la película The Green Hornet.

Sobre la identidad de su nuevo dueño todo lo que se sabe proviene de rumores no confirmados. El periódico local Los Angeles Times desmintió las primeras informaciones de que su propietario era un millonario francés indicando que el traspaso de la propiedad estaba hecho a nombre del Instituto Milken, que preside el empresario y llamado rey de los agentes de Bolsa Michael Milken. Sin embargo, un representante del millonario negó a su vez tal información en el mismo diario.

La venta de la mansión supera cualquier otra en Los Ángeles. Se trata de un récord que hasta ahora estaba en posesión del ejecutivo financiero Gary Winninck cuando compró por 68 millones de euros las propiedades del multimillonario David Murcock, dueño de la compañía Dole Food, en el exclusivo barrio de Bel-Air. Sin embargo, se queda lejos de convertirse en la venta más cara en Estados Unidos, donde la líder es esa mansión de 3,6 hectáreas en el norte de California vendida el pasado año por 85 millones de euros.

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