Sobre muñecas y violencia sexual
Tres muñecas hinchables acompañaban en silencio la presentación de la nueva campaña de Amnistia Internacional (AI) vestidas solo con un letrero amarillo en el que se lee su queja: "Yo no puedo decidir sobre mi cuerpo". Es el grito que protagoniza el lema de esta nueva iniciativa: “#MiCuerpoMisDerechos”. Estaorganizaciónpretende exigir a los Estados que acaten y protejan los derechos sexuales y reproductivos -entre ellos, la libertad de orientación sexual y el derecho legal al aborto- con vistas a que éstos figuren en la renovación de los Objetivos del Milenio en 2015.
A pesar de la apariencia homogénea de las muñecas - pelo rubio, ojos azules, maquillaje - no son simple attrezzo. Cada una tiene nombre (Savita, Amina, Fatou...) y biografía propia. Representan tres casos reales en los que la falta de derechos o recursos es la prueba de la violencia latente y el control biológico que ejerce "el Estado, la propia familia, los profesionales médicos o las organizaciones religiosas", apunta Esteban Beltrán, director de AI en España. Éstas son las historias detrás de las muñecas: -
Savita Halappanavar, una dentista india de 31 años, estaba embaraza de 17 semanas en octubre de 2012 cuando acudió al Hospital Universitario de Galway (Irlanda) por riesgo de aborto espontáneo. Los médicos se negaron a practicarle el aborto, ya que el único supuesto permitido era por “riesgo real y sustancial” para la vida y no su salud. Savita contrajo sepsis y murió a los pocos días. Tras la polémica y la movilización social, el Gobierno reaccionó en 2013 promulgando una ley para especificar cómo se puede determinar tal riesgo para la vida. No obstante, la ley sigue contemplando 14 años de prisión para las mujeres que interrumpan su embarazo fuera del estrecho marco de la ley, que no contempla los supuestos de violación, incesto, riesgo para la salud o anomalías mortales del feto.
Amina Filali tenía 16 años cuando fue obligada a casarse con el hombre que, según denunció, la había violado.En ese momento, la legislación marroquí permitía que un violador no fuera procesado por su delito si se casaba con su víctima. La única salida que vió Amina fue ingerir raticida. Su muerte en marzo de 2012 causó indignación en Marruecos y abrió el debate para que en enero de 2014, el Gobierno conservador de Marruecos anulara el artículo legal que eximía a los violadores tras el matrimonio. La activista y doctora en Biología por la Universidad de Rabat, Fouzia Yassine, no canta victoria: "Lo que han hecho es una pequeña reforma. Hemos creado la plataforma Primavera de la dignidad con el objetivo de cambiar la leyes a favor de la defensa de los derechos humanos, eliminando los artículso [del código penal] discriminatorios que tienen una filosofía patriarcal", apunta Yassine.
Fatou, sufrió violencia de género de parte de su marido porque solo tenía hijas en lugar de varones. En Burkina Faso, donde hablar de sexo es tabú, muchos jóvenes no pueden disponer facilmente de métodos anticonceptivos. La vergüenza y el medio son algunos de los obstaculos a la hora de pedir información fidedigna y confidencial sobre salud sexual. La coordinadora de la campaña de AI, Maribel Tellado, sacó a colación otro caso del país africano constatado por la ONG: Hassatou, de 13 años, no tenía ni idea de que tener relaciones sexuales suponía tener hijos. Cuando nació el bebé, su familia la echó a la calle con el pequeño.
Éstos son algunos de los ejemplos que ilustran "el importante retroceso global en libertad sexual y reproductiva", según ha constatado Amnistia Internacional. Beltrán destaca la promulgación de una ley de prohibición del matrimonio homosexual en Nigeria, la sentencia del Supremo de la India que “criminaliza” las relaciones homosexuales o el incumplimiento de la edad legal mínima para contraer matrimonio en Burkina Faso o Sierra Leona.
El director de AI enumera algunas de las "cifrasdelavergüenza", como que el 40% de las mujeres en edad de procrear viven en países donde el aborto está prohibido, restringido o es inaccesible, tal y como reflejan los datos de la Organización Mundial de Salud (OMS). Dentro del apartado de “retrocesos”, Beltrán ha incluidó los intentos de restringir el aborto en los últimos años en EE UU, Lituania, Macedonia o Turquía y ha vuelto a poner en tela de juicio el proyecto de ley del aborto en España
Amnistia reitera su denuncia contra la ley del aborto
El director de Amnistia Internacional España ha aprovechado para reiterar su denuncia contra el proyecto de ley del aborto, que “penaliza de manera subliminal” los derechos reproductivos de las mujeres mediante la imposición de “barreras”. Beltrán ha concretado que "es difícil decir qué derechos no viola" aunque ha apuntado a restricciones en el derecho a la salud. Ha afirmado que el texto de la nueva norma aprobado por el Consejo de Ministros aleja a España de la tendencia europea – ley de plazos - y sitúa al país al nivel de Lituania, Macedonia o Turquía en materia de derechos reproductivos.
Beltrán hace hincapié en que es una “medida regresiva” y que el Gobierno está "desoyendo" tanto el derecho internacional como las recomendaciones de Naciones Unidas. El responsable de Amnistia Internacional remitió el 20 de febrero una carta al Ministerio de Justicia, de la que no ha obtenido respuesta hasta el momento, en la que enumeraba sus críticas al anteproyecto y pedía una reunión.
El objetivo de esta ONG, según Beltrán, es intentar convencer al Gobierno de que modifique sustancialmente el texto o que lo “derogue”. Beltrán ha puntualizado que su organización no suele pedir la retirada de muchos proyectos de ley pero el hecho de que en éste no haya “ni un solo resquicio de algo positivo que pueda beneficiar los derechos de las mujeres” les ha instado a la acción. Por ahora continuarán haciendo lobby aunque, llegado el caso de que el texto se apruebe sin modificaciones, Amnistia Internacional no descarta promover la movilización social. Beltrán ha aclarado que esta ONG no defiende el aborto "libre" sino "legal, seguro y accesible".
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