Sobre el céntimo sanitario
El rechazo de la UE a la práctica del llamado “céntimo sanitario” ha provocado una paralización (otra más) del Ejecutivo español ante una contrariedad legal que ya estaba anunciada. El despiste es tan notorio que ha provocado que, también otra vez, el ministro Montoro asegure con su mejor sonrisa que “ese complemento estaba autorizado por la Unión Europea”.
Dejando de lado esta situación de indefinición sobre la forma en la que se va a cumplir esa sentencia europea, resulta oportuno volver a recordar el principio de buena fe contractual. Los consumidores hemos repostado combustibles durante años, de grado o casi siempre por fuerza inevitable, en la confianza de que esa aportación iba a destinarse al sostenimiento de nuestra sanidad pública. ¿No sería lógico que, ahora que tanto nos machacan con argumentos para justificar la carencia de recursos para la sanidad, ese diferencial se aplicase claramente al fin para el que se decía iba destinado en principio?— Francisco González de Tena.