Esta sugerencia –también conocida como torta– aúna algunos de los sabores más tradicionales de México. Aunque la cantidad de cochinita supera en mucho la necesaria para un bocadillo, se puede congelar perfectamente, y también comer con tortillas o acompañada de arroz y frijoles negros. Para beber, nada mejor que una cerveza aliñada con zumo de limón, sal y diferentes salsas, conocida como michelada.
Ingredientes: Un panecillo redondo tipo Viena o de hamburguesa, 150 gramos de cochinita pibil, ½ cebolla roja, 3 cucharadas de zumo de lima, 3 cucharadas de zumo de naranja, ½ aguacate, chile verde (jalapeño o habanero) al gusto (opcional), cilantro picado. Para la cochinita: 1 kilo de magro de cerdo, 50 gramos de pasta de achiote, 100 ml de zumo de naranja, 50 ml de zumo de limón, 50 ml de vinagre de vino blanco, 1 cucharadita de pimienta negra, ¼ de cucharada de canela en polvo, ¼ de cucharada de comino en polvo, 3 dientes de ajo pelados, 1 hoja de laurel, 1/2 cucharadita de sal.
Preparación: Batir todos los ingredientes de la cochinita (menos el magro de cerdo) hasta conseguir una pasta. Volcar sobre el magro cortado en tacos, remover bien y dejar marinar en la nevera 24 horas. Poner papel de plata en una fuente de horno, con sobrante para cubrir el contenido de la fuente. Volcar la carne y la marinada y meter al horno a 170º unas dos horas. Reducir la salsa resultante en un cazo y mezclar con la carne, que se deshará en hebras. Cortar la cebolla en rodajas finas y marinar con el zumo de lima y naranja dos horas. En el bocadillo, poner la cochinita, el aguacate y encima la cebolla con el cilantro picado.