Caza de brujas

Según Montoro la Agencia Tributaria está “plagada de socialistas”. Ni los más tontos del lugar hubiesen ideado una frase mejor para descalificar a este ministro al que su jefe no deja de apoyar. Los demás creíamos que esa Agencia tenía un cometido exclusivamente técnico: requerir fondos a los contribuyentes aplicando la ley. Y resulta que no sólo se politizan el Fiscal General, dependiente del Gobierno; el Supremo, la Magistratura, el Tribunal de Cuentas; ahora también la Policía, a través de nombramientos de los “fieles”, sino que hay que “limpiar de peligrosos socialistas” a quienes recaudan impuestos —no a todos, por descontado—. La vicepresidenta se desgañita adjudicando los cambios a una “reorganización”, pero ¿quién puede creerla?— José Mª Acosta Vera.