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EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La lengua pirateada

Las copias ilegales y la desidia de las instituciones amenazan el futuro del español

Marcos Balfagón

La lengua española goza de buena salud; convive bien con los idiomas que compiten con ella, disfruta de creadores destacadísimos que ilustran a más de 500 millones de lectores. Ese paraíso, aparente pero también real, han vuelto a ponerlo de manifiesto las Academias de la Lengua Española en el Congreso de Panamá, pero como todo no puede ser dicha, los reunidos allí han dado la voz de alarma con datos en la mano a propósito de la piratería de los libros.

Si antes se reducía a determinados ámbitos geográficos, ahora se ha extendido ya a todos los territorios de la lengua, afecta de manera salvaje al comercio editorial y se añade a la crisis que el uso de las nuevas tecnologías ha abierto en las distintas escalas, analógicas y digitales, del negocio editorial. Que solo el 32% de los usuarios de libros electrónicos compren de veras el producto de la imaginación de los escritores, frente a los que los piratean, es un despilfarro del derecho que asiste al creador y constituye un desfalco que las leyes no consiguen erradicar.

Ese es, digamos, el hueco mayor del idioma, que los creadores de la lengua corran el peligro de no poder cobrar por lo que hacen. Lo admirable, y lo saludable, como se ha dicho en Panamá, es que a pesar de esas dificultades los escritores sigan contando historias. Los lectores las esperan. Ojalá todos paguen por ellas algún día. El problema es si habrá lectores siempre para leer esas historias. Esta ha sido también una materia de discusión en Panamá.

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Los países donde se habla nuestro idioma no son unánimes a la hora de prestar atención a la enseñanza de la lengua española; en España, por ejemplo, disminuyen las horas de lectura, así como el tiempo dedicado en clase a enseñar literatura o humanidades.

Y ese es, en verdad, un grave problema que termina por llenar de sombras la grandilocuencia del discurso público sobre la importancia que las instituciones y las Administraciones le dan a la lengua entre nosotros. Es preciso apuntalar la lengua: contra los piratas y contra la desidia de los poderes que tendrían que preocuparse por su salud y por su futuro.

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