Pequeñas grandes ideas
Un joven español pone en marcha una aplicación para videoconferencias que ya tiene casi medio millón de usuarios
Hay algunas agujas en el pajar del paro y la depresión económica que son auténticas perlas. Así es como se perciben iniciativas de éxito de emprendedores españoles que, aprovechando las nuevas tecnologías, son capaces de arrebatar espacio a las malas noticias. Un mallorquín de 27 años llamado Víctor Sánchez es el protagonista del momento. Su sistema de videoconferencias en red, con prestaciones que amplían las de plataformas como Skype, ya ha logrado un importante contrato con una operadora y parte de su escueto equipo —solo seis personas— ya está preparando la mudanza para establecerse en Silicon Valley y aprovechar las sinergias y el tráfico estadounidense que ya registra su aplicación: mashmetv.
415.000 usuarios utilizan esta aplicación, que tiene la ventaja de dejar grabadas en la nube las videoconferencias y es especialmente idónea para reuniones de trabajo de gente geográficamente dispersa.
Víctor Sánchez no ha necesitado la ley de emprendedores que ahora ha lanzado al Gobierno. Su idea y un pequeño cuarto en la Universidad Politécnica de Madrid han obrado el milagro de situar a una microempresa española en la galaxia del sector de las tecnológicas de dimensión mundial.
Sánchez no está solo en su exitosa carrera. Antes que él otro grupo de jóvenes talentos se ha abierto camino. Ahí están los riojanos que crearon Red Karaoke o el vizcaíno Xavier Uribe-Etxebarria, creador de Sherpa, el asistente de voz de los android. Hay algunos más, como Javier Andrés, fundador de Ticketea, una plataforma de gestión y promoción de eventos, o Marta Esteve, fundadora de SoySuper, una plataforma a través de la cual se puede comprar en cualquiera de los supermercados que están integrados en ella.
Tan buenas noticias aportan una novedad que va con los tiempos que corren: son empresas de pequeño tamaño, pero de penetración global. No generan las grandes bolsas de empleo que todos desearían, pero suman mucho talento, ilusión y perspectivas de futuro. Y, entre todas ellas, por supuesto, también un buen puñado de puestos de trabajo.
